MONTERREY.- Hay quienes creen en las casualidades de la vida, aunque otros creen firmemente en que el destino es imposible de evitar. Omar y Fabián se conocieron ya sea por obra de una inmensa casualidad, o bien por la pauta del destino, que los arrojó en una ciudad de 5 millones de habitantes. Fueron las redes sociales quienes los vincularon, y desde entonces caminan juntos por la misma senda.
Millenials a fin de cuentas, a lo largo de tres años han aprendido de las diferencias del otro y a sumar sus virtudes.
Pero ser una pareja gay en una ciudad machista no es nada sencillo. El simple hecho de tomarse de la mano, abrazarse o sentarse en la banca de una plaza, levanta sospechas de quienes no comprenden que independientemente de la preferencia sexual, son personas que simplemente quieren expresar entre ellos su amor.
Aun así, Omar y Fabián sienten que hay muros que se han roto, y aunque hay camino por continuar, juntos tienen la fuerza para derribar cualquier barrera.
Porque en una sociedad de confrontación, de violencia y desesperanza, es justamente el cariño y el amor, el mayor acto de unión.
mvls