Las tradicionales calandrias del centro histórico de Guadalajara ya tienen permitido operar a partir de este 17 de noviembre, luego de ocho meses de no transitar por la Perla Tapatía como parte de las restricciones por el covid-19, sin embargo, este martes los puntos donde suelen instalarse lucieron vacíos.
En la calle Hidalgo al cruce con Ramón Corona no había ninguna calandria estacionada, tampoco frente al ayuntamiento de Guadalajara, ni afuera del Museo de Antropología e Historia.
Según informó el secretario general de la Unión de Conductores de Carruajes de Alquiler, Rafael Méndez, los calandrieros no se instalaron este martes porque sostuvieron una reunión en el ayuntamiento con autoridades de la dirección de Protección Animal, con la intención de afinar los protocolos para que las 39 calandrias jaladas por caballos garanticen que los equinos se encuentran en buenas condiciones.
“Ya nos aguantamos ocho meses, entonces unos días más no importa, porque también queremos que todo sea legal. Va a revisar los caballos el veterinario, para ver que estén en buenas condiciones y que nos den el sí”, explicó.
Los calandrieros se dijeron dispuestos a aceptar todas las medidas sanitarias para trabajar otra vez pero aún no saben con exactitud cuándo se instalarán en los puntos habituales, aunque podría ser antes de culminar la semana. Los ocho meses sin laborar les ha traído serias repercusiones, algunos de ellos incluso vendieron sus caballos para subsistir.
“Fue una pesadilla, yo fui uno de los que tuve que vender mis caballos para no verlos sufrir y muchos los vendieron pero ya han comprado otros caballos para reponer los que se vendieron porque sabían que se acercaba la fecha para trabajar”, expresó Rafael Méndez.
Son 50 las calandrias que volverán a las calles de la ciudad, de las cuales 39 son jaladas por caballos y 16 son eléctricas.
CGE