El avance de la reforma fiscal de Donald Trump en Estados Unidos obliga a reducir impuestos en México para evitar efectos devastadores sobre la economía nacional, advirtió Marko Cortés, presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados.
El líder de la bancada del PAN en San Lázaro reafirmó la exigencia panista de bajar el Impuesto sobre la Renta de 34 a 28 por ciento y el Impuesto al Valor Agregado de 16 a 12 por ciento en las franjas fronterizas, entre otros ajustes.
Marko Cortés detalló que los inminentes cambios fiscales en Estados Unidos prevén una reducción del impuesto corporativo de 35 a 20 por ciento en 2018, así como la aplicación de un impuesto “de ajuste fronterizo” a los productos importados, en perjuicio de la economía mexicana.
Con ello se estará cristalizando uno de los principales ejes de la reforma fiscal ofrecida en campaña por el presidente estadunidense Donald Trump, aunque hasta el momento está en manos de México evitar un efecto adverso para su economía, indicó el legislador.
“Espero que el PRI-gobierno reaccione ya, que nos anticipemos y desde el Congreso promovamos una nueva política fiscal que fundamentalmente consiste en bajar la tasa del Impuesto sobre la Renta para que México pueda ser competitivo y atractivo para las inversiones, generando a la par los empleos que necesitamos; si perdemos tiempo, los efectos en nuestra economía podrían ser devastadores”, puntualizó.
El coordinador de la bancada de Acción Nacional en San Lázaro instó al presidente Enrique Peña Nieto a permitir los cambios fiscales necesarios, pues su partido tiene mayoría en el Congreso.
“No queremos que por la falta de sensibilidad y oportunidad todos los mexicanos paguemos los platos rotos, por lo que este es un llamado de atención oportuno para actuar antes de que sea demasiado tarde”, insistió.
Marko Cortés recordó que su partido ha sido consistente en exigir la corrección de la “tóxica reforma fiscal” aprobada por el PRI, el PRD y otras fuerzas políticas, con el propósito de reducir el ISR en todo el país y el IVA en las fronteras.
Lamentó, sin embargo, que para las autoridades hacendarias todo se reduzca a redoblar esfuerzos de recaudación y fiscalización sobre la base de contribuyentes cautivos, sin hacer un esfuerzo adicional de ahorro y administración eficiente de los recursos.