MONTERREY.- De entre todas las formas de ganarse la vida, Wendy escogió una muy peculiar, dar a las personas oportunidad de convertirse en algo que no son, al menos durante unas horas, sin importar que sean una princesa, un superhéroe o creaturas traídas de ultratumba.
Desde hace cinco años, se dedica a la venta de disfraces durante esta temporada, sin embargo, este 2020 se ha visto afectada ante el peor de los virus.
“Nos está yendo muy mal por la pandemia, sí la estamos viendo muy difícil. Ahorita las ventas de disfraces están muy bajas”, dijo.
Ante el cierre de las fronteras, son muy pocos los disfraces que Wendy surte, aunque de poco sirve pues con suerte vende uno al día, en su local ubicado en la colonia Provileón en Escobedo.
Pese al terrorífico escenario no pierden la esperanza de que a través de sus redes sociales puedan recuperar las ventas que les 'espantó' la pandemia.
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