Luego de que el sábado pasado el Ayuntamiento de Guadalajara notificó a 21 locatarios que tenían 36 horas para desalojar el espacio, el día de hoy se les entregó a los comerciantes un documento de dictamen de riesgo y medidas precautorias, en el cual se señala que deben desalojar porque la condición de la cimentación del edificio se vuelve crítica, debido a la reducción de resistencia del suelo y en caso de un sismo de gran magnitud el inmueble podría sufrir daños, lo que deriva en que la integridad de los usuarios y habitantes se vea comprometida.
Tres refrigeradores y otros utensilios serán resguardados en una bodega hasta que se defina el destino del local. Mayra Rivera, gerente de la sucursal externó que no esperaban que las autoridades fueran a cerrar, ya que ellos desconocían por completo la situación en la que se encontraba dicho edificio. Comparte que le apena la situación porque ahora su trabajo y el de sus compañeros está en riesgo pues desconocen cuánto tiempo estará cerrado el negocio.
Ramiro, - a quien llamaremos así para proteger su identidad por miedo a represalias- pronostica que la afectación económica de cerrar por tiempo indefinido acabará con los 21 negocios afectados.
Lo que más sorprende a los locatarios es que el gobierno municipal, estatal y federal tienen conocimiento de la falla estructural desde 2019 pero hasta ahora tomaron determinaciones.
Tanto Mayra como Ramiro mencionaron que han sido siete años complicados para todos los negocios de la zona por la construcción de la Línea 3 y la pandemia.
En el documento entregado el día de hoy, se argumentó que la afectación fue provocada por filtraciones de aguas negras, provenientes de fugas del sistema de drenaje del hotel One.
El ayuntamiento acordonó las inmediaciones con cinta de contención y bidones para prohibir el paso peatonal en las zonas más afectadas.
MGB