Durango, Dgo. Instaurados desde 1989, tortillería El Sagrado Corazón ha logrado trascender gracias al delicioso manjar que regala a cada uno de los clientes que llega a consumir su producto.
Con la receta obtenida de sus padres, Leonardo Cabral, actual propietario, invita a los duranguenses a disfrutar de un buen taco mientras esperan su kilo de tortillas.
Buscando mejorar un poco el hábito alimenticio de las personas, tortillería El Sagrado Corazón decide implementar distintos guisos que les permitan agilizar a las amas de casa el proceso de preparar la comida, ya sea, después de recoger a sus hijos de la escuela o al salir del trabajo, los frijoles, nopalitos y papitas con chile están a la orden del día para comer en el local o directamente en el hogar.
Rescatando aquellas viejas tradiciones de obsequiar un taco al cliente, la familia Cabral Salazar, busca esmerarse día a día para atender de manera atenta a todos aquellos duranguenses que disfrutan de comer tortilla en el almuerzo, la comida o la cena.
Durango, Dgo. Instaurados desde 1989, tortillería El Sagrado Corazón ha logrado trascender gracias al delicioso manjar que regala a cada uno de los clientes que llega a consumir su producto.
Con la receta obtenida de sus padres, Leonardo Cabral, actual propietario, invita a los duranguenses a disfrutar de un buen taco mientras esperan su kilo de tortillas.
Buscando mejorar un poco el hábito alimenticio de las personas, tortillería El Sagrado Corazón decide implementar distintos guisos que les permitan agilizar a las amas de casa el proceso de preparar la comida, ya sea, después de recoger a sus hijos de la escuela o al salir del trabajo, los frijoles, nopalitos y papitas con chile están a la orden del día para comer en el local o directamente en el hogar.
Rescatando aquellas viejas tradiciones de obsequiar un taco al cliente, la familia Cabral Salazar, busca esmerarse día a día para atender de manera atenta a todos aquellos duranguenses que disfrutan de comer tortilla en el almuerzo, la comida o la cena.