Ciudad de México. El Congreso de la Ciudad de México conoció este martes una iniciativa que prevé multas de entre mil 689 y 16 mil 898 pesos a quien arroje chicles en la vía pública, al considerarse un daño ambiental, a la imagen urbana y con altos costos para removerlos.
De acuerdo con lo expuesto por Teresa Ramos Arreola, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del órgano legislativo, el dinero que se gasta en la remoción de gomas de mascar en los pisos de la capital del país supera el presupuesto para mantener las máquinas dedicadas a esa limpieza.
En la propuesta presentada en tribuna por la diputada local se destaca que tan solo para retirar los desechos de ese tipo en la calle Francisco I. Madero, en el Centro Histórico, se requerirían al menos 375 mil pesos, pues en esa vía “se han llegado a contabilizar hasta 150 mil sellados en el piso.
“Además del costo otra cuestión es el personal que se encarga de quitarlas del suelo, ya que remover un chicle puede llegar a tomar hasta 30 minutos. Como muchas gomas han estado mucho tiempo ahí, se han convertido en masas negras que se confunden con mugre”.
La diputada expuso que de acuerdo con estudios los chicles adheridos al suelo ponen en riesgo la vida de las aves, pues al tratar de ingerirlas -al confundirlas con pan o semillas- se pegan en las patas o en el pico, además de que su consumo puede causar la muerte para las más pequeñas.
Ramos Arreola planteó que de acuerdo con el Departamento de Bioquímica del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), cada chicle depositado en el espacio público representa un gran foco de infección y un riesgo para la salud de la población, ya que puede albergar hasta 10 mil bacterias y hongos recogidos del medio ambiente.
La iniciativa que busca reformar la Ley de Residuos Sólidos se turnó para su análisis y dictamen a la Comisión de Preservación de Medio Ambiente, Cambio Climático, Protección Ecológica y Animal.