MONTERREY.- La esperanza es la que muere al final. Para los integrantes del Grupo Amores no se ha perdido. Madres, hermanas, padres, familiares de desaparecidos, esperan hallarlos un día, y esta vez pidieron el apoyo divino para que su esfuerzo rinda frutos.
Juntos, acudieron en peregrinación hasta la Basílica de la Virgen de Guadalupe.
La cita fue en la Plaza de la Purísima, la misma donde tantas veces han realizado sus reuniones o iniciado sus marchas para pedir el apoyo de las autoridades.Esta vez los acompañaron los matachines, y las peticiones fueron hacia la Virgen Morena.
La peregrinación recorrió la calle Ocampo, luego Pino Suárez y entró a la Colonia Independencia, todas orando con la misma perseverancia que por más de diez años han mostrado en la búsqueda de sus seres queridos.
Todas llevaban la foto del ser querido al que buscan. Y también, en una manta, la foto de las madres que no lograron encontrarlos en esta vida, y que partieron sin el consuelo de hallarlos.
Sólo unas pocas han logrado encontrar a sus hijos, hermanos o padres desaparecidos. Y menos aún son quienes los hallaron vivos. Pero tantos años de lucha han rendido frutos, y eso hace renacer la esperanza de que quienes aún permanecen perdidos, aparecerán un día.
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