EDOMEX.- El tiempo pasó. Por lo menos 12 años desde que en 2007 fue asesinado el defensor ecologista Aldo Zamora, y continúa la tala indiscriminada en los bosques de San Juan Atzingo en Ocuilan, Estado de México, y pueblos aledaños.
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Los camiones y camionetas bajan a plena luz del día cargados de troncos de árboles. Así desde hace por lo menos 30 años.
Ante esto, las denuncias de los comuneros de la región, principalmente de Tlahuica, descansan en escritorios de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de otras oficinas como la Fiscalía General de la República (FGR), pero acusaron que "los talamontes pasan y se ríen de nosotros".
Pero no son sólo denuncias del pasado, pues "recientemente vamos y denunciamos, nos tomaron datos, papeles y nos dijeron que van a intervenir, pero nos los hemos vuelto a ver", dijo Pablo, del comisariado ejidal de la comunidad.
La queja de los habitantes fue entregada en sobre amarillo, los mismos que cada fin de semana recibe el Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero hasta el momento no se les ha atendido.
En tres años, un tercio de los árboles del bosque han sido arrasados, es decir, alrededor de 18 mil 854 hectáreas. Pablo afirmó que la delincuencia organizada tiene "casi sitiada a la población" y narró que en julio, cuando iba a bordo de su camioneta rumbo a las Lagunas de Zempoala, fue balaceado por presuntos talamontes.
Denunció que durante todo el día los presuntos delincuentes cargan sus vehículos con 3.5 toneladas de troncos de oyamel y pino, todos van armados y operan por lo menor en 16 puntos de la región boscosa.
Los afectados entregaron una queja al Presidente López Obrador, en donde le piden vigilancia y que envíe a elementos de la Guardia Nacional.
En el documento en donde alertan de la tala urgen una respuesta del Presidente, ya que comentaron que está afectando la presencia de animales como venado, serpientes o ajolotes en vías de extinción, además del acuífero que surte de agua a Morelos y al Estado de México.
IHL
EDOMEX.- El tiempo pasó. Por lo menos 12 años desde que en 2007 fue asesinado el defensor ecologista Aldo Zamora, y continúa la tala indiscriminada en los bosques de San Juan Atzingo en Ocuilan, Estado de México, y pueblos aledaños.
Los camiones y camionetas bajan a plena luz del día cargados de troncos de árboles. Así desde hace por lo menos 30 años.
Ante esto, las denuncias de los comuneros de la región, principalmente de Tlahuica, descansan en escritorios de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de otras oficinas como la Fiscalía General de la República (FGR), pero acusaron que "los talamontes pasan y se ríen de nosotros".
Pero no son sólo denuncias del pasado, pues "recientemente vamos y denunciamos, nos tomaron datos, papeles y nos dijeron que van a intervenir, pero nos los hemos vuelto a ver", dijo Pablo, del comisariado ejidal de la comunidad.
La queja de los habitantes fue entregada en sobre amarillo, los mismos que cada fin de semana recibe el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero hasta el momento no se les ha atendido.
En tres años, un tercio de los árboles del bosque han sido arrasados, es decir, alrededor de 18 mil 854 hectáreas. Pablo afirmó que la delincuencia organizada tiene "casi sitiada" a la población" y narró que en julio, cuando iba a bordo de su camioneta rumbo a las Lagunas de Zempoala, fue balanceado por presuntos talamontes.
Denunció que durante todo el día los presuntos delincuentes cargan sus vehículos con 3.5 toneladas de troncos de oyamel y pino, todos van armados y operan por lo menor en 16 puntos de la región boscosa.
Los afectados entregaron una queja al presidente López Obrador, en donde le piden vigilancia y que envíe a elementos de la Guardia Nacional.
En el documento en donde alertan de la tala urgen una respuesta del Presidente, ya que comentaron que está afectando la presencia de animales como venado, serpientes o ajolotes en vías de extinción, además del acuífero que surte de agua a Morelos y Estado de México.
cog