Durante la ceremonia presidencial de Día de Muertos en conmemoración para aquellos que han fallecido a causa del Covid-19, se reunieron más de 20 grupos indígenas del país, entre ellos un grupo de indígenas otomíes pertenecientes a Misión de Chichimecas del municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato quienes de manera expresa solicitaron el apoyo directo del primer mandatario de la nación, argumentando poca escucha por las autoridades locales.
Al respecto, Andrés Manuel López Obrador indicó que se les dará seguimiento a través de Adelfo Regino quien es director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
“Nos da mucho gusto que estén participando de sus comunidades, de los pueblos originarios de Guanajuato. Y un saludo a todos y nunca les vamos a dejar, nunca les vamos a olvidar, nunca”, aseveró el presidente López Obrador.
La Misión de Chichimecas se localiza 2 kilómetros al Oriente de San Luis de la Paz, municipio en el Noreste del estado de Guanajuato, una zona históricamente marcada por presentar un mayor rezago. En la actualidad, el asentamiento es uno de los pocos núcleos de población indígena originaria que perviven en el estado y que conservan parcialmente su idioma, el chichimeca. Se ubica en lo que comprende parte de la Sierra Gorda, una de las zonas más deprimidas y marginadas.
La Misión de Chichimecas se encuentra dentro de los niveles de indicadores de marginación social de la CONAPO: En materia de vivienda, carecen de agua potable, sin drenaje, con piso de tierra, sin energía eléctrica, en ingresos monetarios, los trabajadores perciben menos de dos salarios mínimos y se estima que en educación, se presenta casi el 49% de analfabetismo, y más del 50 por ciento de la población están sin primaria completa.