Personal de las oficinas centrales del Sistema de Administración Tributario (SAT) que se concentra en la plaza de Irapuato prohibieron la entrada a los cerca de 50 empleados que fueron despedidos este jueves y se negaron a firmar su renuncia. Los despidos afectaron únicamente a trabajadores de confianza. Desde la mañana de este viernes, los ahora ex servidores públicos se concentraron en el acceso a las oficinas, donde se les negó el acceso, a excepción de que como cualquier ciudadano acudiera a realizar algún trámite.Fue a las 9:30 horas, cuando el grupo de exfuncionarios tributarios se retiró de las oficinas, e informaron que más tarde se harían pronunciamiento, ya que se pretendía solicitar la asesoría de un abogado.Uno de los afectados, Alfonso Romero explicó que solo se les permitió el acceso a los trabajadores que aceptaron firmar su renuncia, pero quienes se negaron hacerlo, les comentaron que no entrarían, pues ya no eran trabajadores del SAT y de hacerlo sería como visitantes.“De parte de nosotros es organizarnos como trabajadores e iniciar nuestra defensa jurídica en caso de ser necesario, pero con las medidas legales conducentes” dijo. Romero detalló que los quince empleados sindicalizados no fueron despedidos, sin embargo también se ignora cual será su función en las oficinas de cambiarse de sede. Derivado de esta manifestación, los contribuyentes irapuatenses tuvieron que esperar afuera para hacer sus trámites, aunque se les continúo ofreciendo el servicio. A través de Facebook, despachos y asociaciones de contadores públicos, como GL Contadores, mostraron su apoyo a los trabajadores irapuatenses, condenando el hecho que, mencionan, no cumplió con un debido proceso.Señalaron que aún cuando este esté justificado legalmente el cierre de la plaza del SAT, según su presupuesto; no cumplen con obligaciones expresas para un Término de relación laboral,
De acuerdo con GL Contadores, durante más de 14 años que tiene la asociación, han convivido con los empleados en un ambiente profesional, corroborando el desempeño de los empleados.
Cuestionaron las consecuencias del inesperado despido masivo de trabajadores, pues “…El contribuyente deberá pagar los platos rotos, por una acción más que descoordinada, ir atender sus asuntos, en la Administración de León o Celaya"