A pesar de que el cuerpo de su hijo ya fue localizado, María Merced Castro no ha podido darle sepultura.
Dillan Francisco desapareció junto con su amigo José de Jesús en diciembre del 2019. Fue hallado en enero y sus padres se enteraron hasta junio que sus restos habían sido encontrados en una fosa.
A María Merced le explicaron que la tardanza se debe a que en el lugar había “muchos cuerpos” y tenían que analizar todo lo encontrado para unir los cadáveres. El de Dillan fue identificado gracias a los tatuajes que tenía en un pie y una mano.
“Yo voy casi dos veces por semana SEMEFO [Servicio Médico Forense] y cada vez que voy reconozco partes de mi hijo y al parecer, ahí va poco a poco uniendo”, contó la mujer.
A su madre la invaden el dolor y las preguntas que aún no tienen respuestas. Ver a su a hijo en trozos es una tortura inenarrable.
“Mi esposo también está muy dolido y estamos muy tristes, porque nunca pensamos encontrar a mi hijo y a su amigo de esa manera, es algo inexplicable, te preguntas por qué, porque la verdad ellos no hacen daño a nadie, iban a vender una moto y no sé qué pasó”.
En México, tres de cada 10 cadáveres hallados en fosas son desenterrados en Jalisco. María Merced anhela tener el cuerpo de su hijo completo.
“Al parecer ellos también tratan de unirlos, pero la verdad es algo muy difícil y no se lo deseo a ninguna madre, y ojalá que todas esas madres que están buscando sus hijos, que en cualquier momento encuentran a sus hijos”, expresó.
La promesa al menos del personal del SEMEFO es entregarle los restos de Dillan a principios del mes de octubre. De la Fiscalía del Estado, sólo esperan justicia.
CGE