Emilio Lozoya Austin fue director de Petróleos Mexicanos (PEMEX) entre 2012 y 2016, durante la administración de Enrique Peña Nieto, quien lo nombró como director general de Pemex horas antes de asumir su cargo como Presidente de la República.
Lozoya fue detenido este miércoles en Málaga, España, pues cuenta con órdenes de aprehensión en su contra por presunta delincuencia organizada, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita, informó el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero.
¿Quién es?
El ex funcionario, originario de Chihuahua, Chihuahua, es Licenciado en Economía por el ITAM y en Derecho por la UNAM; más tarde estudió una maestría en Administración Pública en la Universidad de Harvard.
Su padre, Emilio Lozoya Thalmann fue secretario de Energía durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari; además su abuelo, Jesús Lozoya Solís fue gobernador de Chihuahua por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Emilio inició su carrera laboral en el Banco de México en el área de Inversiones de Reservaciones Internacionales, como analista; de 2006 al 2009 asumió como Director en Jefe para América Latina en el Foro Económico Mundial.
Su trayectoria como funcionario
En 2012 formó parte del equipo de campaña y de transición de Enrique Peña Nieto; más tarde se volvió pieza fundamental en la administración del mexiquense al impulsar la reforma energética en el 2013.
Para 2014, durante su gestión como director de Pemex, la petrolera adquirió a Altos Hornos de México (AHMSA) una planta de fertilizantes por cerca de 500 millones de dólares; el propietario de dicha siderúrgica, Alonso Ancira fue detenido en 2019.
Enrique Peña Nieto removió a Emilio Lozoya de su cargo como director de Pemex en 2016, para sustituirlo por José Antonio González Anaya.
Un año más tarde, la Fiscalía General de la República citó a Lozoya para comparecer por presuntamente recibir 10 millones de dólares por la constructora brasileña Odebrecht.
Un diario brasileño reveló que Odebrecht pagó a Emilio Lozoya, los 10 millones de dólares a cambio de ganar una licitación de 115 millones de dólares, para la remodelación de la refinería Miguel Hidalgo, localizada en Tula, Hidalgo.
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Ante las especulaciones, la Secretaría de Función Pública inhabilitó al ex funcionario en 2019, por un periodo de 10 años, en los que no podrá ejercer ningún cargo público, luego de que su declaración patrimonial había sido señalada como falsa; en dos ocasiones omitió una cuenta bancaria "que registraba saldos de cientos de miles de pesos".
En ese mismo año, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda le bloqueó sus cuentas bancarias, ya que habían sido identificadas operaciones con recursos presuntamente proceden de actividades ilícitas.