A decir del director del Hospitales Civiles de Guadalajara, Jaime Andrade Villanueva, el recorte de becas a pasantes de medicina y enfermería que contempla la Federación a partir de agosto, no afectará la operación de los nosocomios.
Sin embargo, consideró que la medida tomada, “desalienta una práctica que desde las universidades consideramos relevante como parte de la función sustantiva de coadyuvar con el sector salud en la prestación de servicios”.
A través de los pasantes se atendía a la población más vulnerable, que es la que hoy corre riesgo de no ser atendidas: “Lo cierto es que en comunidades alejadas de las grandes metrópolis mucha de la atención que se otorga en salud es precisamente por pasantes de medicina”.
Andrade Villanueva señaló que otro factor que no fue considerado por parte del gobierno federal es que de por sí ya existe un porcentaje importante de los pueblos que no cuentan con personal médico por los graves problemas de inseguridad. Ahora con esta medida, el problema se agudiza.
“Hoy lo que sucederá es que se afectará desde mi óptica muchas comunidades cuyo único personal de salud que existían en esas zonas era precisamente un pasante de la salud”, recalcó el ex rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).
De ahí que considere que el principal impacto de la reducción en el número de becas sea en pequeñas comunidades muy dispersas donde a pesar de que existen plazas que ofrecen el sector salud para la práctica de un servicio médico, muchos no se quieren ir a ocupar esos espacios.
El directivo recordó que “el servicio social fue diseñado para que los pasantes estuvieran más en pequeñas comunidades, en centros y casas de salud, en hospitales regionales, más que en la zona metropolitana”.
Los alumnos que dan servicio a la población, obtenían entre 900 y 3 mil 600 pesos, sin embargo se reducen al 50%, mientras que otras disciplinas ya no tendrán ese derecho. Antes de esta decisión, entre marzo y agosto, las instituciones abrían espacios para que alumnos prestaran su servicio social.
Por su parte, Ricardo Villanueva, rector de la Universidad de Guadalajara, lamentó el recorte de mil 200 millones de pesos que la federación hizo a esta casa de estudios, pues esos fondos federales servían para investigación y becas. Y ante tal acción tomada, adelantó que convocará a una reunión de rectores para analizar la situación.
Entre los campos de la UdeG más afectados se encuentran los programas de investigación, reconocimiento de plantilla, crecimiento de matrícula, y becas para estudiantes de medicina que son prestadores de servicio en comunidades al interior del estado. Y aunque dichos recursos “son concursables año tras año, la UdeG siempre ha resaltado por acceder a esos fondos debido a los proyectos que desarrollan, pero al haber recortes, los presupuestos serán limitados”, enfatizó.
“Vamos a ser los castigados, porque los que mejor presentábamos proyectos, al quitar esas bolsas, sí va a haber un impacto que ya se va a empezar a reflejar para nuestros investigadores, laboratorios. Y parece que por hacer bien las cosas nos castigarán con recursos”.
Sentenció la ayuda que se les da a los ninis, pues tal parece que se les privilegia más a los jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Afirmó que durante su administración edificará dos centros universitarios más, uno en San Pedro Tlaquepaque y el otro en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga.