Durante el primer fin de semana de la reactivación de plazas comerciales en León, éstas lucieron con bastante afluencia pese a la recomendación de no salir a menos que fuese estrictamente necesario y la obligatoriedad de mantener el 30% de su capacidad máxima.
En el estacionamiento de un famoso centro comercial ubicado en Valle de Campestre, fue posible observar que se encontraban al 70% de su capacidad.
Desde las entradas principales, personal de seguridad aguardaba a un flujo constante de visitantes para medir su temperatura y negar el acceso a todo aquel con más de 37 grados, el uso de cubrebocas como medida obligatoria fue acatado por los cientos de familias y parejas que recorrían dicha plaza con total normalidad.
Para usuarios responsables, como Rosa María de 66 años que por fin pudo realizar sus compras después de meses, esta reapertura dependerá del buen actuar de todos para que dure.
"Me siento confiada, realmente yo no vengo mucho, pero ahorita que vine por necesidad, si siento que está muy bien cuidada, muy protegida con desinfectante para las manos, para los pies y hasta nos tomaron la temperatura”, comentó.
En su gran mayoría, las tiendas departamentales fueron abiertas, fuera de algunas el personal aguarda para brindar indicaciones a los compradores, otras implementaron el uso de letreros para pedir "Solo puede ingresar un miembro por familia", en otras la indicación no fue acatada.
Fue principalmente en las tiendas de ropa y zapatería que decenas de personas abarrotaban los vestidores sin resguardar las medidas de sano distanciamiento, pese a que empleados realizaban su mejor esfuerzo.
"Se me hace muy bien, es algo que afectaba mucho la economía, hace falta que estén todo este tipo de negocios abiertos para que haya flujo de dinero" comentó Jaime Díaz, visitante.
La Plaza se encuentra llena de contrastes, mientras algunos hacen lo más; al contar y limitar el número de personas que acceden, así como desinfectar en cuanto se van, otras siguen con su actividad con total normalidad.