Agustín Gutiérrez es integrante de la Brigada de Incendios Forestales que trabaja en el siniestro ocurrido en la sierra de Arteaga, Coahuila desde hace ocho días. Cuenta con 14 años de experiencia y considera que a pesar de ser un oficio lleno de riesgos, disfruta trabajar a favor del cuidado del medio ambiente.
Fue en el programa Meta 21 con Marcela Moreno y David de la Garza, que el brigadista coahuilense compartió vía telefónica lo difícil que ha sido sofocar el incendio que actualmente afecta más de 2 mil hectáreas de bosque, debido a los cambios de dirección y fuerza por parte del viento en el sector.
“Ya queremos apagar todo esto porque ya es mucho terreno el que se ha quemado y seguirá quemándose por los vientos que han ocurrido con los cambios de clima y que echan a perder el trabajo”, dijo.
Agustín está casado y es padre de dos mujeres y dos varones, todos mayores de edad, de los cuales, más de uno le ha expresado su inconformidad por andar entre los incendios en la sierra, sin embargo, asegura que es un oficio que disfruta desde hace 14 años.
"Es una de las cosas que a mí me gusta, andar en esto", afirmó. Cuidar el medio ambiente es el principal motivo que mueve a don Agustín a estar presente en hechos como los que actualmente mantienen ocupados en el incendio de Arteaga, tanto a brigadistas, autoridades y a voluntarios.
¿Por qué le gusta ser brigadista?
Me gusta esta labor porque se cuida el medio ambiente, si se acaba la arbolada pasará lo que ya ha pasado que las lluvias se retiran por la falta de bosques, aseveró.
Riesgos latentes
“Llevo ocho días en esto y andaba de una sierra a la otra tratando de salir y hemos ido avanzando. Piensa uno en la familia, en los compañeros que tenemos de responsabilidad en la línea y también ellos tienen su familia.
Van ocho días en friega trabaje y trabaje, hay quienes se cansan y tienen que descansar un rato. Nuestra obligación es acabar esto, para poder regresar a casa y descansar necesitamos asegurar el incendio”
Agustín Gutiérrez dio a conocer el panorama que va quedando tras el siniestro, donde la vida silvestre en el sierra de Arteaga se vio afectada y generó la migración de algunas especies, además, añadió que muchos de los árboles que desde lejos parecen verdes, su zona baja es afectada por el fuego. “Con el incendio se queman muchas cosas, tanto la vida silvestre como infinidad de plantas que se las está acabando la lumbre.
La guacamaya ya se retiró de aquí y la víbora de cascabel está escaseando, grandes árboles se están quemando de abajo aunque se mantengan verdes arriba”.
Compartió que el tiempo dedicado a las labores es variable, desde las 7 de la mañana inician los trabajos pero no hay hora de retirada, sobre todo cuando cambios de clima, como el aumento en la velocidad del viento, puede poner en peligro a los brigadistas y hay que cambiar de estrategia.
El brigadista añadió que entre las acciones que realizan es indispensable checar las condiciones climatológicas, así como visualizar una zona de seguridad por si se presenta algún contratiempo.
“Ya vamos viendo si le entramos directo a la línea de fuego, si va baja la flama, la atacamos, sofocamos y aseguramos esa orilla. Pero hay otras orillas que tienen flamas de metro y medio y no podemos arrimarnos”, finalizó.
mmr