El regreso a clases, aunque sin duda es una fecha muy esperada por todos aquellos establecimientos dedicados a los útiles escolares y artículos relacionados con instituciones educativas, como zapaterías, uniformes y más; el resto de los sectores comerciales se ven afectados al disminuir sus ventas.
Así lo da a conocer el Presidente de la CANIRAC, Alejandro de la Peña, quien reconoció que con el gasto que se corren con la entrada a clases, la economía de los ciudadanos baja y se convierte en una semana o quincena muy difícil, por lo que buscan otros mecanismos para sostener sus negocios.
“Nos afecta mucho la entrada a clases ya que provoca una quincena muy difícil para el sector restaurantero, pero buscamos mecanismos para trabajar al interior y poder salir de esto”.
Agregó que esperan que la situación se restablezca para inicio del próximo mes, y se puedan recuperar las condiciones para todos los sectores.
Apuntó que las fiestas de la ciudad no perjudicaron al comercio local, aunque señalan que podrían ser hasta el próximo mes cuando el impacto se conozca de manera real, una vez que pase el regreso a clases.
Reconoció que no se puede cuantificar el porcentaje de bajas, porque hay un mecanismo que están aplicando al interior del sector restaurantero para minimizar el impacto del regreso a clases y por lo pronto no se puede hablar de porcentajes, pero acepta que se trata de una disminución importante para ellos.
De esta manera Alejandro de la Peña reitera que el sector de papelerías, centros comerciales, zapaterías y todos aquellos comercios relacionados con el regreso a clases, repuntan sus ventas, no así, el resto de los establecimientos como es el restaurantero que tendrán que esperar a que concluya el ingreso a las escuelas, para recuperar al público.
Dijo que esta situación es cíclica pues cada año, los padres de familia, como es natural, optan por cumplir con la compra de útiles escolares, uniformes y zapatos, además de cubrir cuotas escolares, inscripciones y todo lo que gira en torno a ello, en lugar de acudir a un restaurante o incluso a sitios de esparcimiento que representa un gasto adicional a la economía familiar.
Aunque también reconoce que las pasadas fiestas de la ciudad, son un escaparate que les permite tener un poco más de ventas y así formar una especie de “colchón” para soportar el regreso a clases.