MÉXICO.- La regulación de cannabis debe contemplar un impuesto especial y los recursos obtenidos podrían servir para desincentivar su consumo, tratamientos médicos y para la atención de las adicciones, como sucede en otros países, señala un estudio del Instituto Belisario Domínguez del Senado.
La nota titulada “Algunas experiencias internacionales en materia de impuestos al cannabis”, señala que, además de las licencias y permisos para la comercialización de cannabis, en diferentes países se han establecido impuestos especiales que se basan en el precio del producto, en el peso y/o en la potencia de las sustancias.
El documento del IBD destaca que en los Estados Unidos los gobiernos locales tienen una incidencia importante tanto en materia de regulación como en el diseño y tasas de impuestos aplicados a las actividades relacionadas con el cannabis.
Asimismo, subraya que en el diseño de los impuestos al cannabis debe tenerse en cuenta el grado de complementariedad y sustitución con otros bienes como bebidas alcohólicas y tabaco.
Lo anterior, agrega, permitirá una adecuada estimación de los ingresos fiscales que pueden obtenerse.
Asimismo, resulta necesario considerar que los impuestos y controles de precios que se establezcan deben ser tales que no incentiven a los consumidores a abastecerse en el mercado ilegal ni a aumentar su consumo, señala la nota.
El documento indica que la participación de los gobiernos estatales en la regulación y diseño de la estructura de impuestos al cannabis podría ser analizada por las entidades federativas del país para establecer tasas de impuestos estatales que permitan hacer frente a los problemas relacionados con el consumo de cannabis en el ámbito local.
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