Seis de cada 10 ciudadanos (61%) reprueban a México en materia de combate a la corrupción, aunque dos de cada 10 (19 por ciento) admiten haber ofrecido una mordida para agilizar algún trámite o recibir algún servicio en instituciones públicas durante el último año.
De acuerdo con la encuesta Transparencia y rendición de cuentas, del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop) de la Cámara de Diputados, las personas consultadas califican, en una escala del 1 al 10, a políticos (2.48), policías (3.53) y servidores públicos (3.72) como los más deshonestos.
En contraste, académicos (7.05), médicos (6.97) y maestros de primaria (6.83) son definidos como los de mayor honestidad, seguidos de investigadores (6.74), sacerdotes (5.92), empresarios (4.97) y abogados (4.87).
Asimismo, siete de cada 10 encuestados (71 por ciento) aseguran que la corrupción aumentó en los últimos 12 meses; 25 por ciento percibe que sigue igual y apenas 4 por ciento considera que ha disminuido.
Al menos seis de cada 10 (60 por ciento) creen que la corrupción será todavía mayor en los próximos tres años, contra 26 por ciento que prevé será igual y 11 por ciento que será menor.
A la pregunta “¿Considera que en México se castiga a los responsables de actos de corrupción?”, 59 por ciento de los interrogados respondió “nunca”, 31 por ciento, “en ocasiones”, y apenas 9 por ciento contestó “siempre”. El resto no supo o no quiso responder.
Siete de cada 10 personas (69 por ciento) señalaron, además, que los involucrados en actos de corrupción pueden evitar su castigo en caso de tener dinero para corromper a las autoridades encargadas de procesarlos y sentenciarlos.
Asimismo, 38 por ciento de los participantes en el sondeo sostuvo que la principal razón de la corrupción en México es la impunidad; 21 por ciento, porque las sanciones son “muy débiles”; 17 por ciento, por el crimen organizado; 11 por ciento, por la falta de autonomía de los órganos de fiscalización; 8 por ciento, por la falta de cultura cívica, y 3 por ciento, por otras causas.
El reporte del Cesop detalla que siete de cada 10 mexicanos (71 por ciento) considera que existe más corrupción en el sector público, mientras uno de cada 10 (9 por ciento) estima que el mal se concentra en el sector privado y también uno de cada 10 (10 por ciento) cree que principalmente afecta a las organizaciones sociales.
En respuesta a la interrogante “¿De quién es la responsabilidad de acabar con la corrupción?”, siete de cada 10 (68 por ciento) dijeron “de todos”; dos de cada 10 (22 por ciento), “del gobierno”; uno de cada 10 (7 por ciento), “de la familia), y 1 por ciento, “de las empresas”.
Interrogados sobre la principal consecuencia que a su juicio tiene en México el fenómeno de la corrupción, dos de cada 10 (21 por ciento) señalaron “pobreza y desigualdad”, en tanto otra idéntica proporción dijo “incremento de la delincuencia organizada”.
Adicionalmente, 16 por ciento respondió “falta de oportunidades”; 15 por ciento, “disminución de la participación ciudadana”; 11 por ciento, “debilidad de las instituciones”, y nueve por ciento, “debilidad de la democracia”.