Gómez Palacio.- Con 80 años de historia, las fiestas del Santo Niño de Atocha se realizan como la más importante tradición del barrio del Cerro de la Cruz en Gómez Palacio.
Las fiestas al santo zacatecano iniciaron en 1941 por una familia radicada en las faldas del cerro y que laboraba en el Rastro Municipal con un carromato y perdieron sus mulas, pidiendo al santito su recuperación.
A lo largo de las últimas ocho décadas realizan la fiesta con danzas y reliquia, salvo el año anterior debido a la pandemia del Coronavirus hoy con el semáforo epidemiológico verde son retomadas las celebraciones.
Una de las festividades cumbres es el sacrificio de la malinche por los matlachines de la danza de Pluma del Rastro, donde una pequeña de la comunidad vestida de blanco simula la entrega de la vida a los dioses en un ritual copiado de la Conquista Española.
¿Qué es la reliquia y cuál es su origen?
Ya sea por fervor religioso o por cualquier celebración, la reliquia, asado de puerco acompañado por siete sopas, se ha convertido en parte de la entidad lagunera, además es un platillo que ha deleitado los paladares de miles de personas.
Es común encontrar en las calles de La Laguna, 'la reliquia' en fechas como 28 de octubre 'Día de San Judas Tadeo' y 12 de diciembre 'Día de la Virgen de Guadalupe'-
Se escucha el sonido de la danza y después de que realizan el rosario a el santo o virgen por la que se ofrece el platillo, es momento de repartir el alimento. Los laguneros saben lo 'cotizada' y lo buscada que es la reliquia, se pueden llegar a formar filas de horas, todos con sus plato para llevar a toda la familia.
El origen
El asado de puerco es un platillo tradicional del norte de México que consiste en un guiso de carne y salsa de chile ancho y colorado tipo adobo.
Se dice que el asado y la reliquia proviene del estado de Zacatecas, aunque ahí se le conoce como asado de boda o de novia. En tiempos de la Revolución, Francisco Villa tras ganar un combate, pidió a sus mujeres que le prepararan carne de puerco con chile. De ahí que se presume que este platillo ya lo degustaba en Durango, de donde era originario dicho personaje y con la migración y el crecimiento del norte del país, se fue expandiendo el gusto por este platillo, cuya recomendación es que se prepare a la leña.
Los migrantes zacatecanos aportaron a la cultura lagunera, el sabor de entregar 'comida al hambriento' como manera de agradecimiento por favores recibidos hacia un santo.