Durango. -Habitantes en el fraccionamiento Granja Graciela, señalan que al momento en que las autoridades de vialidad ignoraron su petición para llevar a cabo la colocación de reductores de velocidad a lo largo de la avenida Gregorio Torres Quintero, estos, decidieron emprender una campaña de construcción de bordos, para evitar que alguno de sus hijos pudiera ser víctima de atropello o colisión, debido a que la mayor parte del flujo vehicular que circulaba la rúa, lo hacía sin precaución alguna o a exceso de velocidad.
Pero dicha calle, no fue la única que implementó la construcción de este tipo de aditamentos, ya que aquellas avenidas que circundan a la guardería del complejo, también tuvieron que ser modificadas por la mano de obra de los vecinos, ya que, al ser una zona escolar, el riesgo de sufrir algún accidente se multiplicaba. No obstante, esta no era la única carencia en cuestión de vialidad que el fraccionamiento ostenta, ya que, sobre ninguna intersección se pueden apreciar paletas de alto, flechas que indiquen el sentido de circulación, o señalamientos con el límite de velocidad permitido para circular.
De igual manera, los habitantes señalan que, en recientes fechas, la delincuencia volvió a las andadas, al grado, de que, a plena luz del día, los amantes de lo ajeno han allanado moradas con el descaro de hacerse pasar por los dueños. Las perdidas no solo se han limitado a electrodomésticos, joyas, dinero en efectivo o demás enceres, ya que, hasta las mismas mascotas han logrado ser sustraídas.
Ante dichos actos, la asistencia de la policía municipal no se hizo esperar, solamente que el actuar de los mismos, dejó bastante inconforme a la parte afectada, ya que, al no haber actos de violencia o puertas forzadas en los inmuebles, estos, argumentaron que no podían hacer nada al respecto, dejando una molestia increíble para los vecinos del fraccionamiento.