CIUDAD DE MÉXICO.- La Procuraduría de Justicia Capitalina ya ha implementado una de sus estrategias que tiene como intención, no criminalizar la pobreza, concepto bajo el cual se busca sacar del código penal, conductas como riñas, amenazas, lesiones, bigamia y robos sin violencia menores a 500 pesos.
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La polémica se ha desatado alrededor de lo que implicaría, por ejemplo, que los robos simples, se resolvieran en juzgados cívicos, donde se buscaría reparar el daño, sin necesidad de una pena carcelaria.
El cambio es positivo según los expertos, no poner en marcha todo el aparato punitivo para resolver este tipo de robos, ayudaría a descongestionar un sistema judicial que necesita más tiempo y esfuerzo para resolver delitos de alto impacto.
Según la PGJ de la CDMX, los delitos más denunciados en la capital del país, son en un 35% los robos sin violencia y en un 9.8% los robos con violencia.
Tratar el robo simple con una ruta alternativa podría aligerar la carga judicial, ya que de las denuncias recibidas en los ministerios públicos de la ciudad, el 35 por ciento son por este delito y sólo 9.8 por robos con violencia.
Como todo nuevo paradigma, esta solución de la jefa de gobierno y su equipo de justicia, tiene retos por delante.
Capacitar a la gente, los operadores para que puedan llevar a cabo estos procesos de facilitación de justicia alternativa, y también vas a tener que desarrollar capacidades en las instituciones para que le puedan dar seguimiento a los acuerdos que se lleguen.
IWHL