El citatorio al Obispo de la Diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, es como cualquier otra investigación que realiza la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en relación a los casos de sacerdotes pederastas que él mismo dio a conocer, aseguró el Gobernador del Estado, Rubén Moreira Valdez.
En este sentido, señaló que lo que más le conviene al Obispo es dejar de encubrir a los sacerdotes violadores de menores; asimismo descartó que se trate de una revancha o persecución relacionada con la solicitud que hizo la Diócesis a la Corte Penal Internacional (CPI) por los supuestos crímenes de lesa humanidad que se cometieron en Coahuila.
"Es un proceso como tantos otros, claro que más sensible porque es un caso de pederastia, pero hasta donde yo recuerdo él no es el acusado, se le cita como testigo y creo que lo que le convendría es que dijera quiénes son esos sacerdotes que él sabe que son pederastas", dijo.
"Primero para castigárseles y segundo porque hay un riesgo de que sigan cometiendo algún ilícito, pero a él no se le ha acusado de pederasta hasta donde yo sé, a él se le pide que diga lo que sabe y que además él dijo que lo sabía", agregó.
Moreira Valdez comentó que no hay nada irregular en el citatorio, pues fue el propio Vera López quien habría dicho que conocía casos de pederastia de personal que está bajo sus órdenes, por lo que recae en él la obligación de decir quiénes son.
"No de entregarlos, pero si de decir quién es, porque igual está mintiendo, igual lo dijo por decirlo, porque se le fue o porque mintió, pero lo único que tiene que hacer es decir quiénes son esas personas para que las vayan a interrogar, investigar", y que ellos respondan a los señalamientos.
Expuso que el dicho del Obispo Raúl Vera se tomó como cierto, por lo que se inició la investigación, asegurando que de no haber sido así no se le estaría citando a declarar.