CIUDAD DE MÉXICO.- El pasado miércoles nueve de enero el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, reveló que en la Ciudad de México operan bandas dedicadas al robo de combustible, principalmente en la alcaldía de Azcapotzalco donde aún hay infraestructura activa para la transportación de hidrocarburos, sin embargo no reveló más puntos.
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Sin embargo, Pemex y las secretarías de Seguridad Pública Federal como Local investigan desde hace más de una década a los grupos criminales que tienen ganancias por alrededor de 60 mil millones de pesos anuales por la extracción ilegal de combustibles, mismos, que también operan en el Valle de México, principalmente en la zona norte y los límites entre la Ciudad de México y el Estado de México.
Con información de Pemex Logística, autoridades han podido detectar bajas de presión en los oleoductos del país, entre estos se encuentra oleoducto Cactus-Venta de Carpio-Santa Ana-Zapotlanejo que es uno de los que presentan mayores variaciones operativas por la baja de presión, es decir le extraen su combustible ilegalmente.
En este documento fechado al 24 de diciembre del 2018 se detectaron fallas en el transporte de Gas LP, situación que se repite con las gasolinas, diésel, turbosina y otros petrolíferos refinados.
El ducto antes mencionado proveniente del complejo Cactus, en Tabasco y con destino al Estado de Jalisco, fue uno de los que el gobierno federal cortó el suministro, ya que este era perforado y saqueado por los huachicoleros.
En pocas palabras este importante ducto con ramales en la zona norte del Valle de México propicia la extracción ilegal de combustibles en los municipios mexiquenses de Ecatepec y Tlanepantla, así como en la alcaldía de Azcapotzalco en la Ciudad de México.
Por lo tanto, autoridades investigan al huachicol en las colonias Santa Lucía, alcaldía de Azcapotzalco donde el pasado mes de julio se halló una toma clandestina de combustible al interior de un panteón, por lo que se presume que hay otras tomas al interior de predios o inmuebles.Lo mismo ocurre en la colonia La Presa, San Juan Ixhuatepec en Tlanepantla donde existen diversas gaseras y un centro de distribución de combustible de Pemex, mismo que también es ordeñado, así como en Venta de Carpio, Ecatepec, donde ha habido fuertes accidentes por el huachicol.
Dichos robos de combustible propiciaron escasez en la Ciudad de México y sus alrededores, aunque especialistas en este delito dudan que la estrategia del gobierno federal sea efectiva, ya que este es un jugoso negocio.
El especialista también describió que la pobreza y falta de movilidad social propician que jóvenes, en su mayoría, se dediquen al robo de combustibles.El también sociólogo destacó que la crisis del combustible en la Ciudad de México acabará no cuando se acabe con el huachicol, más bien con la histeria colectiva que es causada por la desinformación del problema.
JM