CIUDAD DE MÉXICO.- Marlen, Kalid e Iván se convirtieron en hijos del trueno, el fuego y el acero.
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La Secretaría De La Defensa Nacional los nombró soldados honorarios.
De inmediato, los pequeños elementos castrenses recibieron un pequeño adiestramiento en la unidad Escuela de Artillería.
Concluyeron sus actividades encabezando una misión de tiro.
Así, el ejército mexicano cumplió los deseos de estos pequeños; dos con discapacidad y uno en reconocimiento a sus altas calificaciones, para ellos, éste fue su primer escalón en la vida militar.
Con estas actividades, el ejército mexicano estrecha lazos con la ciudadanía.
JM