Luego del derrumbe ocurrido la tarde de ayer en la Mina VII en Barroterán, municipio de Progreso, Coahuila, siguen los trabajos de rescate para sacar a los dos mineros que quedaron atrapados al interior, confirmó Norma González, secretaria del Trabajo en la entidad.
También corroboró que del incidente resultaron otros cinco lesionados, dos de ellos de gravedad, quienes recibieron atención médica de inmediato y permanecen hospitalizados, por lo que descartó que hubiera cuatro muertos, como había informado el sindicato AHMSA.
La funcionaria explicó que no fue una explosión la que originó el caído, sino la acumulación de gas metano, que es muy común en las minas de carbón y que provoca corrientes de aire muy fuertes, como la ocurrida el día de ayer.
“Las minas deben tener muy buenos sistemas de ventilación para que no se presente una explosión”, precisó.
Indicó que la última vez que hubo una revisión de la Mina VII por parte de la Secretaría del Trabajo, fue el 30 de agosto de este año, determinando que contaba con las condiciones de seguridad adecuadas.
Ante esto, enfatizó que no debe estigmatizarse la industria minera, pues han disminuido en gran medida los percances fatales en el estado de Coahuila, además de haber mayor incidencia de accidentes laborales en otras industrias, como la de la construcción.
En este sentido, destacó que el Gobernador del Estado, Rubén Moreira, cada año da la instrucción de revisar las minas en la entidad, especialmente las de carbón, pues en invierno son más comunes las corrientes generadas por gas metano.
Asimismo, reiteró que los equipos especializados de rescate se encuentran removiendo las toneladas de escombro y esperan concluir estos trabajos hoy mismo, con un resultado positivo, aunque reconoció que aún desconocen el estado de los mineros atrapados.
En el lugar también trabaja personal de Protección Civil, de la empresa Altos Hornos de México, así como representantes del Gobierno del Estado y de la Secretaría del Trabajo.