Torreón, Coah. Pasaban las nueve de la noche cuando el equipo de “El Monasterio” se adentraba a los pasillos abandonados del antiguo Hospital General de Torreón.
Con cubrebocas para evitar ser contagiados por algún virus del hospital y con la protección del espiritista Manuel de Jesús, los jóvenes expertos recorrieron los pasillos del nosocomio en busca de alguna señal paranormal.
Los guardias del lugar ya habían contado historias sobre distintas apariciones por todo el lugar, pero era trabajo de “EL MONASTERIO” darlas a conocer.
A través de una transmisión en vivo el equipo de investigación mostró las viejas instalaciones del quirófano llegando al área neonatal, donde según historias de los guardias y personal que laboró en el lugar, se podía ver a un niño que se asomaba por una de las paredes del recinto.
En la zona puede encontrarse un carrito de juguete el cual fue dejado por una enfermera para que dicho espectro infantil se distrajera. Los guardias aseguran que el niño mueve su carrito por las noches al jugar y siempre lo encuentran por distintos pasillos.
Más adelante, en la planta alta, un cuarto resultó bastante extraño, pues al haber recorrido los pasillos por la tarde una silla se encontraba en la esquina. Misteriosamente, ya en la noche la silla se encontraba afuera y por dentro en el piso, podía observarse una mancha, a simple vista lodosa y fresca.
Al tratar de buscar contactar con algo en ese lugar se tocó la puerta tres veces, logrando captar un sonido de “algo” que fue lanzado por el pasillo y el movimiento de la silla que estaba afuera del cuarto. En el pasillo se encontró lo que parece una pequeña pieza de un mueble o aparato.
Posteriormente llegaron a un área donde se encontraban unas escaleras, en las cuales se cuenta que se aparece una enfermera con un niño. En dicha zona dos de los miembros del equipo dijeron haber visto una sombra pasar a uno de los cuartos. Al tratar de contactar con algún espectro se volvió a tocar la puerta tres veces y el resultado fue el mismo: se escuchó el sonido de algo caer ahora por las escaleras, resultando ser la misma pieza o una muy parecida a la que cayó en el cuarto de la planta alta.
En otra área más adelante las cámaras captaron en una de las puertas las manchas de lo que parecía ser un pie descalzo, algo que sorprendió mucho a los espectadores de la transmisión.
Por último, antes de llegar al área de maternidad, uno de los cuartos tenía un teléfono que, según los guardias, a pesar de no tener línea sonaba por las noches.
Efectivamente el equipo corroboró que el teléfono no tenía línea, pero después de hacer el mismo procedimiento para contactar con alguien, misteriosamente el teléfono sonó, lo que causó distintas emociones en los jóvenes investigadores. Dicho acto se realizó dos veces y en ambos casos el resultado fue el mismo: el teléfono sonaba a pesar de que se contestaba.
Este tipo de investigaciones siempre deja muchas dudas al espectador; sin embargo, usted tiene la decisión final de creer o no creer en que lo que pasó fue verdad. A continuación, el programa completo: