CIUDAD DE MÉXICO.- Con este mensaje ante Medios de Comunicación, Hipólito Arriaga, titular de la Gubernatura Nacional de los pueblos indígenas, prometió que, como representantes de pueblos originarios, encabezarían la entrega del bastión de mando al presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 1 de diciembre, pero no fue así: ellos no subieron al templete y tuvieron que entregarle la pieza hasta el final de la ceremonia.
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Pero el plan fracasó. Esa tarde del sábado, integrantes de 68 pueblos originarios y afro mexicanos entregaron el bastón de mando que si tenía el aval del equipo de transición.
La situación llegó a tal grado que el vocero del gabinete, Jesús Ramírez Cuevas, tuvo que desmentir vía Twitter a la gubernatura Nacional Indígena. además, usuarios de redes calificaron al bastón de mando como "espurio".
Este hecho revivió el debate sobre el origen de la organización a la que académicos y analistas acusan de ser una filial del PRI que en realidad no defiende intereses de comunidades indígenas.
Los voceros de esta denuncia señalaron que no buscan conflictos sino respeto a quienes promovieron un bastón de mando y un ritual ancestral que resultaron falsos.
IWHL