Ciudad de México.- Todos lo hemos hecho: hemos tomado el celular y abierto nuestras redes sociales con el claro y único objetivo de enterarnos sobre la vida de otra persona. Ex novios, su nueva pareja, nuestros jefes o maestros, o incluso celebridades.
A esta acción, se le conoce como "stalkear" que proviene del idioma inglés "to stalk", que significa acechar o acosar. Sin embargo, en tiempos actuales, utilizamos la castellanización del verbo para referirnos a la actividad de indagar sobre la vida de otras personas a través de las redes sociales.
Si bien está casi siempre asociado a un interés romántico, en realidad podemos stalkear a cualquier persona que se nos ponga en frente y nos provoque curiosidad.
Aunque pudiera parecer una actividad inofensiva, nadie se salva de la curiosidad, si esta actividad se realiza con frecuencia podría generar adicción, según explicó la psicóloga Sofía Rivera Aragón, académica de la UNAM en la gaceta de la universidad.
La especialista en relaciones personales explicó que stalkear de manera recurrente y obsesiva, cuando se revisan las redes sociales de una persona frecuentemente, en general, varias veces al día, podría convertirse en una adicción.
Este vicio podría desencadenar otros problemas, como afectaciones a la salud mental que se presentarían en forma de ansiedad y depresión.
La profesora exhortó a las personas a reflexionar y a tener en cuenta que stalkear no es un hábito sano, y pidió que si se descubren a sí mismos espiando a otras personas, pidan ayuda psicológica para eliminar esta necesidad.
Para terminar, la psicóloga explicó que aunque las redes sociales son muy útiles y facilitaron el acceso a la información, también "hacen mucho daño, generan problemas de infidelidades, celos, obsesiones, violencia, suicidios, y homicidios".
Así que la próxima vez que tengas deseos de stalkear a tu ex, o revisar lo que está haciendo tu pareja, piénsalo dos veces y trata de aguantar las ganas. Recuerda que "en exceso todo es malo".
Ciudad de México.- Todos lo hemos hecho: hemos tomado el celular y abierto nuestras redes sociales con el claro y único objetivo de enterarnos sobre la vida de otra persona. Ex novios, su nueva pareja, nuestros jefes o maestros, o incluso celebridades.
A esta acción, se le conoce como "stalkear" que proviene del idioma inglés "to stalk", que significa acechar o acosar. Sin embargo, en tiempos actuales, utilizamos la castellanización del verbo para referirnos a la actividad de indagar sobre la vida de otras personas a través de las redes sociales.
Si bien está casi siempre asociado a un interés romántico, en realidad podemos stalkear a cualquier persona que se nos ponga en frente y nos provoque curiosidad.
Aunque pudiera parecer una actividad inofensiva, nadie se salva de la curiosidad, si esta actividad se realiza con frecuencia podría generar adicción, según explicó la psicóloga Sofía Rivera Aragón, académica de la UNAM en la gaceta de la universidad.
La especialista en relaciones personales explicó que stalkear de manera recurrente y obsesiva, cuando se revisan las redes sociales de una persona frecuentemente, en general, varias veces al día, podría convertirse en una adicción.
Este vicio podría desencadenar otros problemas, como afectaciones a la salud mental que se presentarían en forma de ansiedad y depresión.
La profesora exhortó a las personas a reflexionar y a tener en cuenta que stalkear no es un hábito sano, y pidió que si se descubren a sí mismos espiando a otras personas, pidan ayuda psicológica para eliminar esta necesidad.
Para terminar, la psicóloga explicó que aunque las redes sociales son muy útiles y facilitaron el acceso a la información, también "hacen mucho daño, generan problemas de infidelidades, celos, obsesiones, violencia, suicidios, y homicidios".
Así que la próxima vez que tengas deseos de stalkear a tu ex, o revisar lo que está haciendo tu pareja, piénsalo dos veces y trata de aguantar las ganas. Recuerda que "en exceso todo es malo".