Casi todos conocemos o hemos escuchado por lo menos hablar de lo que es una anemia, un padecimiento muy frecuente provocado por una disminución en la cantidad de glóbulos rojos debido a la falta de vitamina B, que también puede ocurrir cuando el cuerpo no tiene suficiente cantidad de hierro, mineral que ayuda a producir dichos glóbulos, pero ¿sabe usted que la “talasemia”, es un trastorno que también puede poner en peligro su salud y su vida?
Según lo explican los médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la Delegación Estatal Durango, la talasemia es un padecimiento de la sangre que se engloba dentro de las anemias, y es un trastorno en los que se produce una destrucción acelerada de los glóbulos rojos, disminuyendo así su supervivencia, esto produce que no sean capaces de realizar correctamente su función, que consiste en transportar oxígeno a los diferentes tejidos del cuerpo, ahondaron los galenos.
Las principales consecuencias que este mal produce en el paciente suelen ser palidez de la piel, cansancio, mareo, fatiga, disminución del apetito y dolor de cabeza, cabe señalar que la talasemia es un trastorno sanguíneo hereditario que se transmite de padres a hijos.
El diagnóstico de esta enfermedad se realiza en base a pruebas de laboratorio, por ello, en caso de sospechar padecerla, es necesario acudir con su médico a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) que le corresponda, para que el diagnóstico sea realizado y en caso de que su doctor lo considere, extraer del paciente una muestra de sangre para ser analizada.
El tratamiento y el pronóstico varían según el tipo de talasemia, ya que algunas veces no produce síntomas y por tanto no necesitan tratamiento, otras son sintomáticas, pero pueden ser tratadas con diferentes opciones y en algunos casos menos comunes producen anemias tan severas que causan irremediablemente la muerte.
Los síntomas más frecuentes de la talasemia son el cansancio, la fatiga, la dificultad para respirar o la aparición de una coloración amarillenta de la piel, el paciente además puede notar un agrandamiento de algunos órganos corporales como el hígado o el bazo, lo que puede producir molestias por compresión de otras estructuras que se encuentren cercanas a ellos.
En algunos casos la talasemia puede no provocar síntomas y no requerir tratamiento, mientras que en otros sí muestran síntomas y requieren ser tratados de inmediato, en ocasiones las transfusiones de sangre son necesarias, por lo que es vital acudir con su médico del Seguro Social para atenderse de inmediato en caso de sufrir este padecimiento.