CIUDAD DE MÉXICO. – Ante el temor de contraer COVID-19 o debido a la suspensión de algunos servicios de salud por la emergencia, los padres de familia han dejado de llevar a sus bebés a vacunar, por lo que 80 millones de menores a nivel mundial podrían estar en riesgo, alertaron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef.
Expertos advirtieron sobre un descenso del 30 por ciento en el cumplimiento de esquemas de salud, lo cual pone en riego latente a los menores, además de representar un factor de riego para desatar otras pandemias.
PGG
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