Existe una clase de héroes que tienen cola, cuatro patas y un excelente olfato, se trata de perros rescatistas como Titán, un Braco húngaro de pelo corto que participó en las labores de búsqueda tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, donde logró encontrar con vida a 26 personas.
”Titan tuvo oportunidad de sacar 26 personas con vida del edificio de Álvaro Obregón” Narra Flor Herrera, quien junto con su esposo Mauricio Pantoja han dedicado su vida a entrenar a cuatro perros para esta labor.
Todo inició cuando acudieron a la ciudad de México para participar en el simulacro conmemorativo al sismo del 19 de septiembre de 1985, nadie imagino que 32 años después la tragedia se repetiría.
Fue justo cuando el entrenador Mauricio, Titán y otra perrita de rescate llamada Akela, se disponían a regresar a su hogar en Guanajuato Capital, que los alertaron de la emergencia y sin dudarlo regresaron al lugar.
Las labores de búsqueda se prolongaron una semana, entre vidrios, escombro y restos de lo que fueron hogares, Titán trabajo durante jornadas de más de ocho horas seguidas para ir en auxilió de quienes quedaron sepultados bajo las construcciones.
Para tan arriesgada labor, el equipo de protección de las unidades caninas incluye un visor para evitar que humo, polvo y gases entrenen a sus ojos, llevan botas especiales a la medida que evitan que los cojinetes de sus patitas se lastimen con desechos y escombros, además portan un chaleco al que se inserta un arnés por si el perro debe ascender o descender con la ayuda de cables de tensión.
”Desde muy cachorros se les enseña a caminar entre los escombros y a caminar en lugares en los que las condiciones no son las ideales” narra Flor, quien los entrena diariamente entre cuatro y seis horas bajo condiciones adversas, esto con el fin de prepararlos para cualquier escenario.
Para Titán, esta no fue su primera hazaña, pues también participó en las labores de rescate tras el huracán Harvey en Houston Texas, una labor para la que se preparó desde que era un cachorro de apenas dos meses de edad y para la que fue escogido gracias a la docilidad de su carácter, sociabilidad y capacidad de retención del aprendizaje.
A sus nueve años de edad, ya se ha retirado del rescate, sin embargo pertenece a los binomios caninos de la unidad K9 de la estación de bomberos en Silao, él y su compañera Akela quien durante el 9S también encontró a 6 personas y además se especializa en búsqueda de cuerpos sin vida, rescates en agua e identificación de explosivos, pasan sus tardes en su hogar en la capital del estado.
Años después, las muestras de afecto y agradecimiento por aquellos a quienes ayudaron continúan llegando, un stand lleno de fotos, notas periodísticas, reconocimientos y medallas son un constante recordatorio de su heroica labor.