Aunque se aseguró que en Torreón no se tiene una sola denuncia en contra de sacerdotes por el delito de pederastia interpuesta en la Fiscalía de Coahuila, la Iglesia Católica se sujetará a la elaboración de un diagnóstico y al acompañamiento de las posibles víctimas, anunció el obispo Luis Martín Barraza Beltrán.
Derivado del Encuentro de Protección al Menor que se desarrolló en Roma, convocado por el Papa Francisco en febrero, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado el 5 de marzo, donde se propone un plan presumiblemente integral en cuanto al abordaje de la pederastia en el territorio nacional.
Sobre las acciones a seguir Barraza Beltrán explicó que aunque el documento es nuevo, motivo por el cual se deberá analizar a detalle, existen puntos establecidos desde el Vaticano luego de que los presidentes del Episcopado Mexicano se reunieron con el pontífice.
“En México se ha aterrizado en cinco puntos, uno es el diagnóstico, el dimensionar adecuadamente el problema escuchando a las víctimas, otro es la prevención del problema y esto toca pues a la selección de los candidatos al sacerdocio, otro es la justicia que es precisamente a través del Equipo Nacional de Protección de Menores, pues a ayudar a la Diócesis a que se sigan los procesos tanto canónicos como civiles en la atención a esta problemática y otro es la atención a las víctimas”.
En el último punto referido el Obispo acotó que se debe dar prioridad a escuchar a las víctimas, enviando a su vez el mensaje directo de que se desean tomar medidas radicales, es decir, de tolerancia cero, en la comisión de este delito cometido al amparo del poder religioso.
De igual forma mencionó que el Episcopado Mexicano promoverá el respeto irrestricto a la ley entre sus sacerdotes.
“Los exámenes psicológicos se está haciendo pero será el afinar más esos candados por decir así, esos discernimientos, no ceder a la tentación de la carencia de vocaciones porque eso es algo que nos traiciona, que hay necesidad de sacerdotes, pero aquí atender más que al número se debe atender a la calidad”.
“Se ha lanzado esa invitación a la Diócesis, como esto nos lo acaban de mandar hace pocos días, no sé, hace dos o tres días, es un trabajo que se está pidiendo de parte de la presidencia de la CEM a cada una de las diócesis y esperamos los resultados: cada diócesis dar informe del estado de las cosas en este tema”.
Si bien el Obispo confirmó que en Torreón no se ha iniciado el diagnóstico, aseveró que “no hay víctimas que a mí me hayan dicho en la Fiscalía cuando preguntamos, no nos dijeron que haya algo a lo que se le esté dando seguimiento, entonces ahorita no tenemos un caso así, que alguien lo haya denunciado y al que se le esté dando seguimiento”.
Sin embargo, el prelado acotó que de existir casos de abusos sexuales se escuchará a las víctimas, motivo por el cual se elaborará un Equipo Diocesano, mismo que pide el CEM, para la protección de los menores
. “Nos dan todo este año para que formemos el equipo y tengan una preparación con el equipo nacional de protección a los menores”, mencionó el obispo quien dijo que no se ha mostrado al momento una correlación entre el celibato y el abuso de menores, sino que se trata de una problemática más amplia donde el abuso también ocurre en el interior de las familias.
No obstante reconoció que se trata del ejercicio de dominación a través del poder y en el caso de los sacerdotes, además del abuso físico, a las víctimas les arrebata la posibilidad de tener fe o creer.
“Es más grave de quien se presenta como pastor, que va a servir, cuidar y proteger, a custodiar algo, la fe, la esperanza de una persona, si abusa de él es una traición tremenda y una herida muy profunda”, concluyó.