YUCATÁN.- El proyecto del Tren Maya impulsado por el Presidente representa una oportunidad para detener el deterioro ambiental mediante la implementación de proyectos estratégicos, afirmó Gerardo Ceballos, presidente de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar (ANCJ), ya que la Península de Yucatán pierde entre 5 y 8 mil hectáreas de selva cada año, por los cual, esa región habrá perdido su mayor extensión en los próximos 15 años.
TE RECOMENDAMOS: Ya puedes visitar a Ar Lele, la muñeca otomí gigante, en el Monumento a la Revolución
Ceballos ofreció una conferencia de prensa respaldado por investigadores del Instituto de Ecología de la UNAM como Rodrigo Medellín y otros miembros de la alianza, como el ex comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Luis Fueyo Mac Donald.
“En el caso del Tren Maya lo vemos como una oportunidad para unir fuerzas con Fonatur y que podamos trabajar en un objetivo común, que sería consolidar temas ambientales que son fundamentales para el tren y para mantener al jaguar (…) En Yucatán tenemos las últimas grandes selvas que quedan en el país y de no haber políticas muy claras –públicas–, de cómo usar éstas, es posible que en los próximos 15 años hayamos perdido la mayor parte de las que no son áreas protegidas y parte de las que sí están protegidas, esto con o sin proyecto del Tren Maya”.
Los miembros de la alianza destacaron que ellos no participan en la realización de la Manifestación de Impacto Ambiental, pero harán una puntual revisión; además, han trabajado en el diagnóstico de la problemática ambiental en la zona, mediante un convenio con Fonatur, por lo que promueven el incremento de la extensión de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, de 620 mil hectáreas a más de un millón y medio de hectáreas, lo que representaría la reserva tropical más grande de México, en donde se protegerían a mil jaguares, el 20 por ciento de la población.
“El diagnóstico nos permite ver cómo está el deterioro actualmente, entonces el Tren Maya puede venir a acelerar este proceso o bien ayudarnos a mitigarlo. Con el convenio que hemos logrado con Fonatur, la idea es que conociendo cuáles son los principales problemas que se están causando el deterioro de las selvas en la Península podamos incidir a pararlos o revertirlos”, añadió.
Además, la alianza demanda reforzar la vigilancia en Calakmul, con miembros de la Guardia Nacional, ante el creciente tráfico de jaguares en el mercado negro chino, donde los colmillos se llegan a vender hasta en 15 mil dólares, denunció Rodrigo Medellín.
Por su parte, Luis Fueyo Mac Donald destacó que este año la ANCJ activó el Protocolo de Atención a Jaguares Silvestres en el país, que permitió rehabilitar a un jaguar que fue atropellado en la carretera, pero destacó que se deben implementar medidas para reducir ese riesgo que se ha convertido en una situación frecuente para los jaguares, por lo que se propone la creación de 300 pasos de fauna, ya sea elevados o subterráneos, “en aras de conservar al jaguar tenemos que diseñar mecanismos de atención con las comunidades que están cerca”, dijo.
Jonatan Job Morales, titular de BioFutura destacó que ninguna obra de infraestructura debe estar por encima de la conservación, pero “nos hemos dado cuenta de que la conservación no está peleada con el desarrollo”, en la que la sociedad debe tener un alto nivel de participación, apuntó.
Óscar Moctezuma, director de Naturalia A.C. habló de la necesidad de incrementar las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación para restaurar los corredores biológicos del jaguar, ya que tan sólo un ejemplar macho de ese felino se mueve a lo largo de 10 mil hectáreas; por ello, pidió la cooperación de la iniciativa privada para consolidar tales proyectos, “en Nayarit, por lo menos tenemos visualizado un área de 2 mil hectáreas”, para restaurar un corredor entre Marismas Nacionales y San Blas.
Heliot Zarza, investigador de la UAM y vicepresidente de la ANCJ destacó que este año la comunidad del Ejido Laguna Om en Quintana Roo –que conecta Calkmul con Sian Ka’an- lograron decretar como área a la conservación 35 mil hectáreas de su selva, para beneficio no sólo del jaguar, sino de otras especies en peligro, como tapires, mono araña y saraguato.
Lo anterior, contribuye a que más de 3 mil personas se beneficien con actividades sustentables.
SHC