La Universidad de Guadalajara rechazó que haya incurrido en violaciones a la Ley General de Víctimas después de que entre 2006 y 2016 cremara 118 cuerpos de 167 cadáveres que recibió como donación por parte del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF).
Y es que los cadáveres fueron incinerados por la casa de estudios sin que hayan sido plenamente identificados. El rector dijo que fue en 2016 cuando fueron notificados de que ya no podía cremar a los cadáveres y atendieron al protocolo, aunque la ley salió vigente en 2013.
“Lo que sí les digo es que ninguno de los cadáveres que nosotros hemos manejado tiene que ver con cuestiones de muerte por violencia. Hay todo un protocolo para saber cuáles son los cadáveres que sí se pueden utilizar para manejo de la ciencia y eso pasa en todas las universidades del mundo”, dijo el rector de la universidad, Ricardo Villanueva.
El rector aseguró que el Comité de Desaparecidos de la Universidad de Guadalajara se ha pronunciado porque existan nuevos protocolos para identificar cadáveres y agilizar la localización de personas desaparecidas.
“Ese protocolo, no es un protocolo que nos corresponda a nosotros lo que nos corresponde a nosotros es pedirle a la autoridad, cuerpos de los que se llaman cadáveres no identificados para el uso de la ciencia, para el uso de los estudiantes, para el uso de la enseñanza de la medicina, es lo que hemos hecho con plena coordinación de las autoridades”.
Villanueva no quiso opinar si Ciencias Forenses incurrió en una irresponsabilidad al enviar a la casa de estudios cuerpos que no habían sido plenamente identificados.