Puebla, PUE. Lejos de la polémica, el amarillismo y morbo que generan temas como la prostitución, las personas que se dedican a los sexoservicios en Puebla, continúan sufriendo discriminación, recriminación y rechazo, en medio de una lucha constante por conseguir una zona de tolerancia para ejercer su oficio, sumamente criticado por la sociedad, pero igualmente demandado por una clientela que se escabulle en calles como la 14 Poniente.
Y es ante estas cuestiones que, en el 2000, nació la Asociación Civil de la Unificación de Sexoservidoras del estado de Puebla, la cual durante los últimos años se ha consolidado como un espacio seguro al que estas mujeres pueden acudir para asistir a talleres, además de tener acceso a apoyo psicológico, enfermería y un área jurídica y con trabajadoras sociales que las orientan en temas de apoyos.
La Unificación de Sexoservidoras del estado de Puebla ofrece talleres como cocina, colocación de uñas, corte y confección, entre otros, los cuales son ofertados mensualmente a estas mujeres, quienes además, ven a la asociación civil como un frente de lucha a través del cual buscan que respeten sus derechos, pero también acabar con los estigmas y prejuicios en torno a la prostitución.
Lourdes, Sarahí y Monse, son tan sólo tres de tantas mujeres que, por sus respectivas razones, eligieron el sexoservicio como un trabajo, ya sea por problemas económicos o falta de oportunidades, pero que también consideran que, con talleres y acceso a una regularización escolar para concluir la primaria o la secundaria, pueden aspirar a cumplir sus sueños, como en algunos casos, cursar una carrera universitaria.
INFORMACIÓN: JAIME CARRERA, TELEDIARIO PUEBLA