El subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Miguel Ruiz Cabañas, subrayó que no puede haber cooperación sin que haya respeto a la dignidad nacional y a la soberanía de cada uno de los países.
Al término de la IV Conferencia de los Estados Parte de la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego (CIFTA), expuso que la auténtica cooperación exige respeto mutuo.
Explicó que se debe fomentar una mayor cooperación entre Estados, organismos internacionales y sociedad civil para combatir eficazmente el tráfico ilícito de armas, ya que ningún Estado puede atender ese reto de manera aislada o con barreras artificiales.
Ante ello, subrayó que “la auténtica cooperación exige respeto mutuo. No puede haber cooperación sin que haya respeto a la dignidad nacional y a la soberanía de cada uno de nuestros países”.
Indicó que “como mexicanos no podemos cooperar de buena fe si constatamos diariamente ataques directos en contra de nuestro país”. En ese sentido, exigió respeto a la dignidad de los mexicanos frente a los agravios de los cual ha sido víctima.
“Exigimos respeto a la dignidad de los mexicanos; frente a los agravios, todos los mexicanos nos unimos. Rechazamos con energía la criminalización que se hace de nuestro país y de nuestro pueblo. Cuando no se valora la cooperación, se corre el enorme riesgo de perderla”, señaló.
Por otra parte, destacó que es fundamental revitalizar los objetivos e implementación de dicha Convención para atender el reto más grande a la seguridad pública que enfrenta el continente: el tráfico ilícito de armas y su impacto en la sociedad.
“Nos parece fundamental que como gobiernos debemos ser más preventivos, activos y responsables para frenar la violencia, las muertes que son causadas por las armas y su tráfico ilícito”.
El también presidente pro tempore de la CIFTA recordó que más de 740 mil personas mueren violentamente cada año a causa de las armas en todo el mundo, y la región es desafortunadamente una de las más afectadas a nivel mundial por este trágico fenómeno.
“La acción de todos es urgente, debemos escuchar el llamado que hacen nuestra sociedades para regular más eficazmente el comercio, posesión y transferencia de armas para asegurarnos que éstas no lleguen a las manos equivocadas, es decir a los terroristas, al crimen organizado, a menores de edad o personas desequilibradas que pueden cometer asesinatos en masa”, advirtió.
Agregó que las sociedades exigen mayor seguridad pública, por lo que no hay que ignorar el grito de jóvenes y niños que quieren vivir sin violencia, así como de las mujeres que quieren vivir sin feminicidios.
“México está especialmente afectado por el tráfico de armas que llevan a cabo las organizaciones criminales transnacionales, cada año ingresan a nuestro país más de 200 mil armas ilegalmente desde nuestra frontera norte, alimentando y empoderando al crimen organizado, y multiplicando la violencia y la muerte que ocasiona”, alertó.
Es por ello, refirió, que se debe elevar la visibilidad del desafío y de los instrumentos eficaces que ya se tienen para enfrentarlo, “debemos exigirnos a nosotros mismos implementar los mecanismos existentes”.
A ello sumó que se debe fortalecer la cooperación internacional, generando sinergias entre instrumentos como esta convención, y aquellos de carácter global como la Convención de Palermo, el Tratado sobre el Comercio de Armas, y el Programa de Acción de las Naciones Unidas para combatir el tráfico de armas.