MONTERREY.- Cuando los deseos de superación existen, no hay obstáculo que no pueda evadirse. Es lo que infinidad de motivadores argumentan, pero no es así. En ocasiones el camino es tan complicado que rara vez se llega al éxito, y una vez que se obtuvo, hay que luchar por mantenerlo.
Esto es lo que aprendió Adalberto, un joven que desde hace 7 años vende burritos en las inmediaciones de la Facultad de Medicina de la UANL. Probó las mieles del éxito con su hermano con el esfuerzo de salir adelante.
Sin embargo la pandemia modificó gravemente sus ingresos pues actualmente sólo vende el 25% de cuando había flujo de alumnos.
El joven señala que se levanta a las 4:30 de la mañana y su jornada culminará a las 11 de la noche pero aún así no pierde la esperanza de que la pandemia termine pronto.
Adalberto se encuentra en Simón Bolívar y Celaya, en Mitras Centro; y su hermano en Irapuato y Dr Eduardo Aguirre Pequeño, frente a la Facultad de Medicina. Cada día están y estarán ahí, porque a pesar de lo complicado que es superarse, mantienen firme el espíritu de seguir adelante.
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