MONTERREY.- Las madres vienen en todos tamaños, peinados, edades y medidas. Algunas visten delantal, otras usan zapatos de tacón, llevan una enorme sonrisa para sus hijos y todas lucen hermosas.
Ellos quisieran regalarles mil cosas, pero lo que ellas más desean es un fuerte abrazo y el cálido beso que el año pasado la pandemia no los dejó tener.
“Lo principal es pasarla bien, en armonía no quieres mariachi, no quieres fiesta, no quieres todo quieres que la familia este bien, que esté unida y que no falte nada y que no sufran los hijos eso es lo que pide uno más que nada”.
La mayoría tienen el doble papel de hijas y madres. Reciben y regalan este 10 de mayo, en un rito que volverá a repetirse seguramente a distancia, pues incluso con la vacuna quizá no sea conveniente mucha cercanía.
“Salud es lo principal, y estar unidos (…) nada, a ver sana distancia haber que pero hay que festejarnos”.
En los centros comerciales ya se ve gente comprando el regalo, para la mamá propia o para la mamá de los hijos.
“Algún detalle para mi esposa, mi madre y nada más (..) Estar juntos y que tengamos salud”
Un abrazo, un beso, una flor sería suficiente, pero si los hijos quieren ser más espléndidos, no tienen que gastar mucho, sólo atinar lo que más les gusta a ellas.
“Me encantan los vestidos (...) Si pues igual no soy muy así pero más que nada mis hijos que estén conmigo es lo principal y que estén bien de salud e igual yo es lo principal eso es lo que es, no me interesa lo material”.
El regalo para las mamás puede ser una alhaja, un ramo con mil flores, o un clavel hecho de papel. O quizá un simple abrazo y una sonrisa, porque para ellas, el mejor regalo siempre será tener a sus hijos cerca y felices.
ard