Una tormenta de granizo abarcó varias comunidades rurales de Acuña, misma que se fue intensificando conforme alcanzó el municipio de Jiménez.
Uno de los ejidos más afectados fue el de San Carlos, donde los pedazos de hielo que caían del cielo alcanzaban hasta los quince centímetros de diámetro.
El fenómeno causó gran asombro entre la población y mantuvo en alerta a personal de Protección Civil y del cuerpo de Bomberos.
Afortunadamente, las consecuencias se redujeron a una falla temporal en el servicio de luz eléctrica y algunos daños al cableado.