Mauricio Escobedo Burgos, de 76 años de edad, originario de Oxkutzcab, Yucatán, decidió envenenarse junto con sus canes en la calle 40-A entre 51 y 53 de la colonia San Antonio.
Desgraciadamente, el señor de la tercera edad fue diagnosticado con cáncer en etapa terminal y decidió poner fin a su vida este lunes, 27 de septiembre, junto con sus 13 canes a los cuales, amaba demasiado.
Según datos obtenidos, Mauricio era soltero y vivía junto con su hermano menor en un domicilio en la calle 42 entre 55 y 55-A.
Después de ser diagnosticado con cáncer en etapa terminal, siempre comentaba a sus conocidos que su principal inquietud eran sus perros, temiendo dejarlos desamparados cuando él falleciera.
Las últimas personas en verlo con vida indican que lo vieron salir del mercado con una bolsa de compras en la cual, mencionó, llevaba la última comida que tendría con sus perros.
Posteriormente, informó a su hermano que se dirigiría a la vivienda en la colonia San Antonio, lugar donde mezclo el veneno en la comida de sus perros para después ingerir una porción del alimento envenenado.
Fue encontrado sin vida, con los brazos cruzados y tendido en su hamaca. Sus 13 perros yacían alrededor de él. Al arribar al lugar de los hechos, la Policía Municipal encontró a 8 perritos sin vida y 5 agonizando.
Mauricio dejó una carta póstuma a su hermano menor, pidiéndole perdón por lo que había hecho y subrayó que no se culpe a nadie más de su muerte.
La última voluntad del abuelito de 76 años fue que su amigo, Luis Paredes, quien labora como albañil, diera sepultura a sus perros en el terreno donde vivía.
Personal de la Fiscalía General del Estado y del Servicio Médico Forense realizó las diligencias legales y trasladó el cadáver para la autopsia correspondiente.