CIUDAD DE MÉXICO.- Su trabajo es cavar la última morada del ser humano, es lograr que las personas descansen en paz y que en Día de Muertos las familias tengan un lugar digno para visitar a sus difuntos: ellas son Guadalupe, Alma y Agustina, tres mujeres enterradoras del panteón San Rafael, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón.
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Guadalupe comenzó a ser enterradora hace 31 años, su carácter es fuerte y esto le permitió sobre ponerse al machismo de los años 80 y dejar muy en claro, que su trabajo era valioso e importante.
En la Ciudad de México, en específico en los panteones de la alcaldía Álvaro Obregón, las mujeres son quienes acapararon el gremio de la sepultura, pero quien abrió esta brecha fue María Amelia Contreras, la primera mujer enterradora a nivel mundial, quien es hermana de Guadalupe.
María Amelia Contreras, conocida como "La Morena", tuvo una hija, Alma, quién hace tres años decidió dedicarse al oficio de enterradora y por muy sorprendente que parezca, los panteones son su lugar de paz.
Durante los trabajos de sepultura es común que se encuentren las famosas brujerías como amarres, santería y trabajos esotérico, sin embargo, para María Amelia o “La Morena”, como se le conocía en el gremio, esto no era un impedimento para realizar su labor.
El legado de este oficio es familiar, pues desde niña, Agustina vio cómo su padre, el señor Fernando, hacía con amor su labor y aunque el trabajo suena terrorífico, para ella es una tradición.
Actualmente. la familia de Agustina va en la tercera generación de sepultureros y ella es quien sigue aferrada a su herencia familiar.
Guadalupe, Alma y Agustina demuestran que las mujeres no tienen miedo, ni de la muerte y que por muy difícil que sea la tarea, ellas la resuelven.
ZNR