De acuerdo con la base de datos la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en México se han reportado, hasta el corte del 7 de julio, 27 casos confirmados de viruela símica y la cifra podría elevarse a más de 30 ante las notificaciones recientes de un caso en Nuevo León y dos más en el Estado de México, además de que ya se confirma la transmisión comunitaria en el territorio.
México esta ubicado en el cuarto lugar de América Latina en cuanto a número de casos reportados por parte de las autoridades epidemiológicas locales, las cuales, no actualizan en tiempo real sus informes hasta que sean liberados por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRe). Su fecha más reciente data del 2 de julio, cuando notificó cinco casos positivos adicionales.
Hasta el momento la región del continente americano concentra un total de mil 185 casos de viruela símica; 71 probables y 30 sospechosos, en 15 naciones. Estados Unidos el que tiene 605 pacientes, es decir, más del 50 por ciento de todos los casos.
Luego de los 605 de Estados Unidos, le sigue Canadá con 370 casos de viruela símica y 71 probables; Brasil con 142 y 23 sospechosos, y México con 27 casos notificados, básicamente se centran en Ciudad de México, Jalisco y Estado de México.
Hace 42 días, es decir el 28 de mayo, México reportó su primer caso de viruela símica. Un hombre de 50 años que reside habitualmente en Nueva York y quien probablemente se contagió en Holanda, de acuerdo con el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, a través de un tuit.
El paciente sigue siendo atendido en un hospital de Ciudad de México y se encuentra estable y en aislamiento preventivo.
El 1 de julio, conforme a las estadísticas publicadas por la OPS, se reportaron en México ocho casos, la cifra más alta en cuanto a notificaciones.
La política de México de no cerrar el paso a turistas permitió el ingreso de un hombre que, como antecedente relevante, la persona viajó a Berlín, Alemania del 12 al 16 mayo; regresó a Dallas el 16 de mayo y el día 27 de este mismo mes llegó a Puerto Vallarta de vacaciones.
Se trata de un masculino, de 48 años, originario y residente de Dallas, Texas (EUA) quien visitó Puerto Vallarta por motivos turísticos, acompañado de su pareja. El hombre comenzó con síntomas el 30 de mayo: tos, escalofríos, dolor muscular y lesiones tipo pústulas en cara, cuello y tronco. El 3 de junio contactó a un médico en Texas para informar su situación; le recomendó acudir por atención médica.
El 4 de junio, la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) recibió de forma oficial la notificación por parte del Centro Nacional de Enlace Internacional (CNEI) de la Dirección General de Epidemiología (DGE), de un caso sospechoso de viruela símica en Puerto Vallarta; reportado a su vez por el Centers de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
El hombre acudió a un hospital privado en Puerto Vallarta y, ante la sospecha se le hizo la prueba PCR y recomendó aislamiento, a lo cual el paciente se negó y “se dio a la fuga de la unidad”.
Tras ser notificada la SSJ, de forma inmediata y coordinada el 4 de junio se dio seguimiento al caso por personal de la Región Sanitaria de Puerto Vallarta, sin poder localizarlo por ninguna vía de comunicación.
De acuerdo con información del lugar donde se hospedaba la pareja, se les vio salir con maletas el 4 de junio; sin embargo, dado que el paciente tenía programado un vuelo de Puerto Vallarta a Dallas el día 6 de junio, el área de Sanidad internacional de Puerto Vallarta informó al Instituto Nacional de Migración y a las Aerolíneas la situación del paciente para que no se le permitiera el ingreso ni abordar a la aeronave, así como su notificación inmediata a Sanidad Internacional.
El 6 de junio el CDC notificó al CNEI que el paciente viajó a USA el 4 de junio sin especificar aerolínea, vuelo ni horario, para el 7 de junio se recibe notificación por el CNEI reportando la prueba de PCR positiva a ADN del virus Orthopoxvirus (no variólico), estando soló a la espera de la confirmación por laboratorios del CDC.
De igual forma notificaron que el paciente durante su estancia en Puerto Vallarta estuvo presente en diversos festejos, algunos de ellos celebrados en un hotel del puerto. Por lo anterior se comenzó con reforzamiento de la vigilancia epidemiológica en las unidades de salud, búsqueda de contactos de riesgo y recomendaciones a la población. La SSJ hizo un llamado a la población que asistió a fiestas en el MANTAMAR BEACH CLUB entre el 27 de mayo y el 4 de junio de 2022.
A nivel mundial, se han confirmado más de tres mil 508 casos de viruela del mono en 50 países.
¿Qué es la viruela símica?
Es una zoonosis viral causada por el virus de la viruela símica, que pertenece al género Orthopoxvirus, este incluye al virus variola (causante de la viruela). Se caracteriza por erupción o lesiones cutáneas que suelen concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Hay dos cepas genéticamente diferenciadas del virus de la viruela símica: la cepa de la cuenca del Congo (África central) y la cepa de África occidental. Las infecciones humanas con la cepa de África occidental parecen causar una enfermedad menos grave en comparación con la cepa de la cuenca del Congo.
¿Cómo se transmite?
La viruela símica tradicionalmente se transmite principalmente por contacto directo o indirecto con sangre, fluidos corporales, las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. La transmisión secundaria o de persona a persona puede producirse por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión.
La transmisión se produce principalmente por gotículas respiratorias. La infección se transmite asimismo por inoculación o a través de la placenta (viruela símica congénita). No hay evidencia que el virus de la viruela símica se trasmita por vía sexual.
No hay tratamientos específicos contra la infección por el virus de la viruela símica. Los síntomas suelen resolver espontáneamente. La atención clínica de la viruela del mono debe optimizarse al máximo para aliviar los síntomas, gestionar las complicaciones y prevenir las secuelas a largo plazo. Es importante cuidar la erupción dejando que se seque si es posible o cubriéndola con un apósito húmedo para proteger la zona si es necesario. Debe evitarse tocar cualquier llaga en la boca o los ojos. Se pueden utilizar enjuagues bucales y gotas para los ojos siempre que se eviten los productos que contengan cortisona. Un antiviral que se desarrolló para tratar la viruela (tecovirimat, comercializado como TPOXX) también fue aprobado para el tratamiento de la viruela del mono en enero de 2022.
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