Entre 2014 y 2022, el DIF recibió 542 solicitudes de adopción a nivel nacional e internacional, de las cuales sólo se concretaron 119. Apenas 22 por ciento de las posibles adopciones se pudo concretar, de acuerdo con datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).
En otras palabras, según Redim, se concretan, únicamente 13 adopciones por año en promedio, cifra que contrasta con los más de 30 mil niños y niñas que siguen esperando recobrar su derecho a reintegrarse a una familia que los procure y vea por ellos.
La solución parecería obvia: dejar a todos los adultos que pretendan adoptar a un niño hacerlo sin trabas. No obstante, a simple vista, parece que adoptar carga con los estigmas de no ser un trámite sencillo y de ser sólo una alternativa para las parejas que no han logrado tener un hijo biológico por años.
“No se trata de que con la integración de una niña, un niño o un adolescente a una pareja que durante años ha buscado tener una hija o hijo biológico, sin conseguirlo, su matrimonio o concubinato se consolide y, con ello, se terminen los problemas que, suponen, se derivan de esa capacidad no saciada”, indicó el DIF.
¿Por qué es tan difícil adoptar en México?
En entrevista para TELEDIARIO, Georgina Hernández Alonso, madre adoptiva y fundadora de la institución de acompañamiento Contigo Desde el Corazón, detalló que la baja cifra de adopciones anuales responde, en parte, a los análisis profundos que se le realiza a aquellas personas que están interesadas en cambiar la vida de un menor.
“Se tardan tanto porque hay que evaluar mucho y muy bien y profundamente a los papás que quieren adoptar, porque al final lo que estamos restituyendo es el derecho de un niño que perdió su familia y le vamos a restituir este derecho, el tener una familia y vivir en familia”.
Hernández Alonso reconoció que no basta con que las personas que buscan ser padres adoptivos tengan muchas ganas, el amor o la intenciones para hacerlo, pues se vuelve un requisito indispensable el comprobar que la adopción no está motivada por suplir a un hijo biológico que jamás llegó.
Por el contrario, es responsabilidad de las autoridades evaluar que la adopción haya nacido del deseo por cambiar la vida del menor, reparando su derecho humano de vivir en familia.
“No es solamente tener la intención o las ganas o el amor que queremos darle a nuestro hijo, tenemos que también trabajar nuestras motivaciones para adoptar, porque muchas veces esa raíz es que no se puede tener hijos biológicos y hay que evaluar muy bien que esa pareja está o no está supliendo a un hijo que no llegó con otro, sino que se busque de verdad restituir ese derecho”.
Georgina detalló que, luego de que las personas que buscan adoptar pasan estas evaluaciones, reciben un certificado de idoneidad y, en consecuencia, cuentan con las facultades de integrar al niño a su familia, donde será cuidado y apoyado en su desarrollo.
Influencia de la cultura popular mexicana en la adopción
La fundadora de Contigo Desde el Corazón reconoció que la adopción carga, en parte, con un estereotipo negativo gracias a la propia cultura mexicana. Esto a raíz de que se retrató, en telenovelas y comedias, que cuando alguien se entera en su adultez que no es el hijo biológico de sus padres es golpeado por un trauma, una especie de maldición.
Como consecuencia, el miedo a adoptar comenzó a recaer en los padres, mismos que se deben de enfrentar a sus temores internos y a comentarios que sólo alimentan la incertidumbre tras su decisión: “¿no te da miedo con qué genes venga?”.
Al respecto, Georgina decidió apelar a lo que le pide la Unesco a la sociedad para luchar con los miedos de adoptar: fortalecer los valores de la ciudadanía, con el objetivo de que comprendan su entorno, lo asuman y puedan participar en los cambios.
“Hay que concientizar a la población, porque al final casi todo lo que se sabe es de las novelas, y entonces el rechazado es el adoptado”.
Pese a que el escenario luce desesperanzador, Hernández Alonso destacó que los padres están cada vez más preparados para seguir su convicción de cambiar la vida de un niño. Esta opinión se ve sustentada por los datos del Inegi, que revelaron al 2022 como el año en el que más hubo adopciones, con 28.
Otros mitos de la adopción en México
La madre adoptiva llamó a luchar contra el prejuicio que existe sobre la supuesta tardanza que lleva el hacer los trámites para adoptar, pues, pese a que el tiempo puede variar dependiendo el estado en el que uno lo quiera realizar, tarda por lo regular sólo algunos meses.
"Hay que derribar esos mitos de qué la adopción es algo tardado (...) Hay que quitar esos mitos, de que hay que guardar el secreto, de que no hay que decirlo, porque al final eso afecta a los niños y la adopción es una forma de ser familia y una forma de restituir su derecho, es completamente legal y puede ser transparente".
Cabe destacar que en México no existe un marco jurídico homogéneo para todo el país, por lo que, dependiendo el estado, el trámite puede variar de requisitos y tiempo en el que se culmine todo el proceso.
En respuesta a ello, hay asociaciones, como Contigo Desde el Corazón y Fundación Unidos, mismas que pueden brindar información y acompañamiento a los padres que deciden transformar vidas haciendo crecer su familia.
KT