Por 24 horas, el municipio de Uruapan, Michoacán, sufrió del desabasto de tortillas luego de que por presuntas amenazas a las tortillerías no operaron el miércoles.
La noche del martes, propietarios de estos establecimientos recibieron mensajes anónimos vía WhatsApp en los que les advertían que, de abrir el día siguiente, sus negocios serían incendiados.
Así, todas las tortillerías de esta región enclavada en la meseta purépecha bajaron sus cortinas ante el temor de perder su patrimonio y sufrir otro tipo de represalias.
La falta de este producto de la canasta básica se agudizó luego de que en tiendas de autoservicio tampoco se ofertó.
Luis, quien trabaja en una taquería ubicada en el primer cuadro de la ciudad, fue uno de los miles de afectados. Pidiendo no ser grabado ante el temor de una represalia, comentó que no es reciente este asunto.
El año pasado, dice mientras prepara un platillo, pasó lo mismo, pues querían obligar a aumentar el precio de la tortilla. Lamentó que, ante la falta de seguridad, se tengan que llegar a estos extremos, "pero qué pueden hacer".
Actividades están garantizadas: alcalde
Ante estos hechos, el alcalde Ignacio Campos, indicó que había las garantías para que el comercio organizado continuara con sus labores cotidianas.
"Es una situación que yo también quiero aprovechar de que la seguridad de las actividades productivas y comerciales en Uruapan están garantizadas porque estamos trabajando de manera coordinada con el gobierno del estado y la Federación".
Y así fue, al menos en el Centro Histórico, las zapaterías, cafeterías, restaurantes, tiendas de ropa y accesorios, trabajaron con normalidad. En la plaza pública se vieron familias caminando y sentadas sobre las bancas, aunque en el transporte público la afluencia fue menor.
Reportan artefactos sospechosos
Sin embargo, mientras declaraba en Morelia, en la región se reportaba la presencia de artefactos sospechosos en la vía pública, lo que motivó el despliegue de personal del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Policía Estatal y Municipal.
En las calles de Madero y Cupatitzio, en la zona centro de la ciudad, pobladores reportaron la presencia de una caja con un aparato conectado por varios cables. Tras la inspección, se confirmó que se trató de un teléfono celular y un GPS.
Horas más tarde, en la calle Sarabia, otra caja fue abandonada a un costado de un semáforo, motivando también la llegada de fuerzas federales y estatales que descartaron una posible bomba.
A nivel estatal, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla se pronunció ante la situación e informó que, por oficio, se estaría investigando.
"De oficio la extorsión ya se investiga en Michoacán; en el caso de las tortillerías de Uruapan ya estamos en conjunto con la Fiscalía de Michoacán indagando el tema para dar con los responsables; personalmente estaré atendiendo el tema. Cero impunidad ante este flagelo", posteó.
Previamente, el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, informó que no se tenían denuncias por los afectados.
"No han habido denuncias porque ayer se nos decían que primero los amenazan con este tipo de acciones y después los buscan, que es cuando viene este tema. Lo que nosotros hemos dicho es que mientras no haya este planteamiento, hay que hacer la denuncia por daños a las cosas y tener el antecedente, que es parte de lo que estamos trabajando", declaró.
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