El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador fijó su postura sobre el proceso electoral intermedio en Estados Unidos en el cual se renovó la Cámara Baja en su totalidad, un tercio del Senado y algunas gubernaturas. El mandatario celebró que se haya mantenido el equilibrio en la gobernabilidad del vecino país del norte.
La postura genérica de López Obrador sobre los sucesos políticos en los países es de respetar la autodeterminación de los pueblos; sin embargo, ha externado su opinión cuando involucran a México.
“Celebro que no haya habido una situación de mayor desequilibrio, porque si se hubiese producido, por ejemplo, una victoria contundente, me estoy acordando de Carstens, cuando metían que no querían candidato Trump, siendo gobernador del Banco de México, imagínense lo irresponsable”, comentó hoy en su conferencia mañanera.
Además, aprovechó para destacar el avance de los republicanos en la Cámara, el cual no fue el que esperaban, pero conservan cierta ventaja sobre los demócratas.
“Ayer resultados electorales, es interesante porque pronosticaban que republicanos iban a avanzar más, si avanzaron, mayoría en Cámara de Representantes, pero en el caso del Senado hay un empate, igual que como estaba”, remarcó.
Durante el actual proceso electoral estadunidense, López Obrador acusó en ocasiones pasadas de "politiquería" los dichos de Greg Abbott, gobernador de Texas, quien declaró en septiembre que en su estado los cárteles mexicanos son considerados como organizaciones terroristas.
“Todo esto es politiquería, hace como dos o tres meses implementó el gobernador un operativo para revisar los frenos de los tráileres, grandes colas, bloqueó la frontera de Estados Unidos con México, causando muchísimos daños al comercio, porque la visión política de algunos legisladores, o gobernantes incluso de los dos partidos, piensan que eso les da votos, el hacer muros, maltratar a los migrantes, reprimirlos”, señaló.
López Obrador puso como ejemplo el tema migratorio, el cual históricamente se ha utilizado por funcionarios estadunidenses, con propósitos electorales.
“Nosotros hemos dicho, con mucho respeto, que quien no trate bien a nuestros paisanos no creo que vaya a contar con votos de mexicanos o de hispanos, ya las cosas están cambiando. No vamos nosotros, por ejemplo, a permitir maltrato”, sostuvo.
Hasta hoy por la mañana, los republicanos están cada vez más cerca de lograr una mayoría en la Cámara de Representantes, mientras que el control del Senado estaba en el aire, dos días después de que los demócratas evitaran una ola roja republicana en las elecciones.
Los republicanos habían conseguido al menos 210 escaños en la Cámara de Representantes, según las proyecciones de Edison Research, ocho menos de los 218 necesarios para arrebatar la Cámara a los demócratas y frenar de forma efectiva la agenda legislativa del presidente Joe Biden.
Aunque los republicanos siguen siendo favoritos, hay 33 contiendas en la Cámara de Representantes que aún no se han decidido —incluyendo 21 de las 53 carreras más reñidas, según un análisis de Reuters de los principales pronósticos no partidistas—, lo que probablemente asegura que el resultado final no se determinará durante algún tiempo.
El destino del Senado es mucho menos claro. Cualquiera de los dos partidos podría hacerse con el control de las elecciones en Nevada y Arizona, donde los funcionarios están revisando metódicamente miles de papeletas sin contar.
Un resultado dividido significaría que la mayoría del Senado se decidiría en una segunda vuelta en Georgia, por segunda vez en dos años. El titular demócrata, Raphael Warnock, y el aspirante republicano, Herschel Walker, no alcanzaron el 50 por ciento necesario el martes, lo que les obliga a disputar un balotaje el 6 de diciembre.
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