En abril de 2018, José Ángel del Villar tomó la decisión equivocada: su firma Del Entertainment, subsidiaria de la empresa Del Records, se preparaba para anunciar que una de sus estrellas, un cantante de música regional mexicana, dejaría de presentarse en eventos promovidos por Gallística Diamante, una firma mexicana vinculada a cárteles de la droga. Pero de último momento, Del Villar, decidió que más de 3 millones y medio de pesos valían la pena para correr el riesgo y violar la ley estadunidense. Ahora enfrenta una acusación federal junto a su socio, Luca Scalisi, por realizar negocios con un narcotraficante designado.
De acuerdo con una revisión realizada por MILENIO, el artista cuya actuación puso a Del Villar en la mira de las autoridades estadunidenses es Gerardo Ortiz, famoso por su música regional mexicana y sus narcocorridos, y quien entre 2018 y 2019 era representado por Del Records.
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“El Individuo A (Gerardo Ortiz) no tiene otra opción más que obedecer a la ley de EU y no permitir que ninguno de mis espectáculos sea agendado por individuos que el Departamento del Tesoro ha sancionado”, se lee en un comunicado que Del Entertainment preparó pero nunca hizo público, y que fue obtenido en un cateo realizado en sus oficinas.
Según la acusación, en poder de MILENIO, el Buró Federal de Investigaciones, FBI, que ya investigaba el caso, incluso advirtió al Ortiz que incurriría en un delito si seguía adelante con su plan de presentarse en conciertos en México promovidos por Ticket Premier, otro nombre de Gallística Diamante, debido a que su manejador, Jesús “Chucho” Pérez Alvear, fue designado el 6 de abril de 2018 como un traficante de narcóticos bajo la Ley de Designación de Cabecillas Extrajeros del Narcotráfico, pues se había detectado que lavaba dinero del Cártel Jalisco Nueva Generación al mezclarlo con las ganancias obtenidas por la venta de boletos y actividades relacionadas a los conciertos. A pesar de esto, los planes de José Ángel del Villar no cambiaron.
El FBI incluso interceptó un mensaje de voz donde Luca Scalisi, presidente financiero de Del Entertainment, explicaba que su socio, José Ángel del Villar quería que viajara a México para reunirse con Jesús Pérez para que este le entregara dinero que le debía a otra firma vinculada a Del Entertainment. Desde entonces, Scalisi mostró preocupación por crear un “rastro de papel” que vinculada a Pérez con su socio Del Villar, pues estaba al tanto de que Pérez “estaba bajo supervisión de Seguridad Interna”, por lo que planeó que los nexos con el nombre de Pérez Alvear se escondieran hasta que se solucionara la situación.
Pero eso nunca sucedió, y Gerardo Ortiz viajó el 27 de abril de 2018 a la Feria de San Marcos, en Aguascalientes, en un jet privado pagado con la tarjeta de crédito American Express de José Ángel Del Villar. La firma de vuelos chárter GoGo, que contrató a la empresa de vuelos privados WorldWide Jet explicó que para ese día las autoridades del Aeropuerto Internacional de Aguascalientes habían cerrado los aterrizajes a la hora a la que buscaban llegar. Pero eso no fue un problema, un empleado de Del Entertainment dijo que tenía conexiones con el gobierno y logró que el aeropuerto abriera para recibir al artista hasta tarde. Ese día, el artista llegó tan tarde que no se presentó hasta la madrugada del día siguiente, 28 de abril.
Pero eso no fue todo, después de ese concierto el FBI detectó otras transferencias y depósitos a una cuenta en México vinculada a José Ángel Del Villar, a nombre de DEL MELODÍA ENTERTAINMENT S DE RL DE CV. En total, se detectaron 11 depósitos por un total de 3 millones 500 mil pesos por la presentación de Ortiz, junto a algunos otros, en conciertos en Mexicali, Baja California, Salamanca, Guanajuato, Chiapas y San José de Iturbide, Guanajuato. Eventos confirmados tras una revisión realizada por MILENIO.
De acuerdo con la investigación del FBI, los negocios entre José Ángel Del Villar y Jesús Pérez Alvear terminaron en marzo de 2019, un par de meses después de la última presentación de Gerardo Ortiz en Guanajuato.
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