La Secretaría de Salud del Gobierno de México careció de un diagnóstico actualizado sobre el estado de salud mental de la población, pues, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que la información publicada en ese año corresponde a cifras de 2013.
La Secretaría de Salud tampoco emitió las disposiciones reglamentarias en cuanto a la prestación de servicios médicos; la coordinación con las entidades federativas; la formación y capacitación de los recursos humanos, y la investigación científica, conforme a lo previsto en las reformas de la Ley General de Salud del 16 de mayo de 2022.
En el Informe Individual de Resultados de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2022, la ASF también evidenció que la Secretaría de Salud reportó, en la Cuenta Pública 2022, el ejercicio de 1 mil 239 millones 569 mil pesos en la atención a la salud mental.
“Un monto modificado e inferior en 8.9 por ciento (121 mil 345 pesos) al aprobado de 1 mil 360 millones 914 mil pesos”.
De los 1 mil 239 millones 569 mil pesos ejercidos, el 92.1 por ciento, es decir, mil 141 millones 502 mil pesos, correspondió a atender la demanda de servicios especializados y solo 251 mil a impulsar el desarrollo de la investigación científica en materia de salud mental.
En los convenios para la ministración de los subsidios en las 30 entidades federativas, a las que se destinaron los subsidios, para lograr una cobertura de la atención a la salud mental, la dependencia no identificó con precisión a la población objetivo; tampoco estableció los montos máximos por beneficiario ni garantizó que los recursos del programa se canalizaran, exclusivamente, a la población objetivo.
Sobre el cumplimiento de los indicadores establecidos en el Programa de Acción Específico Salud Mental y Adicciones (PAESMA) 2020-2024, la Secretaría de Salud, por medio del Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud Mental, no evidenció que, en el marco de la coordinación con las entidades federativas, realizó seguimiento de los indicadores establecidos en los convenios, ni que evaluó las metas estatales establecidas para cada entidad federativa”.
En los hechos, de 2018 a 2019, los diagnósticos emitidos por algún tipo de trastorno mental aumentaron en 1.6 por ciento, al pasar de 353 mil 139 a 358 mil 873 casos; mientras que, de 2020 a 2021, se presentó una disminución del 83.7 por ciento en el número de diagnósticos.
Del 2021 a 2022 se incrementó en 1 mil 070 por ciento, debido a la disminución de las medidas de restricción por el virus SARS-CoV-2 (Covid-19).
La ASF detalló que en 2019 se atendieron 181 mil7 53 casos; en 2020, 114 mil 728 casos; en 2021, la cifra llegó a 137 mil 615 y en 2022, la Secretaría de Salud registró 173mil 012 casos en enfermedades y trastornos, siendo la depresión la principal causa de morbilidad en materia de salud mental, con el 76.7 por ciento (132 mil 801 casos); la intoxicación aguda por alcohol, con el 14.3 por ciento (24 mil 766 casos) de casos, y la anorexia, bulimia y otros trastornos alimentarios, con el 3.0 por ciento (5 mil 283 casos). Asimismo, se registraron 17 mil 422 defunciones por trastornos mentales, de los cuales el 47.3 por ciento (8 mil 237 decesos) fue por suicidios, principalmente en la población de entre 15 y 44 años (4 mil 763 fueron en hombres y 1 mil 133 mujeres).
La dependencia federal no estableció ni cuantificó el abasto de medicamentos en el 2022 para el tratamiento de trastornos mentales.
Se realizaron tres tipos de procedimientos, entre estos, convenio de colaboración con el INSABI, procesos de contratación y compras directas, para la adquisición de 595 claves de medicamentos con 144 mil 728 piezas, lo que representó el 95.2 por ciento de las 625 claves solicitadas por las unidades médicas adscritas.
cog