Este 31 de diciembre, el Papa Benedicto XVI murió a los 95 años de edad debido al deterioro de su salud. El pasado 28 de diciembre el Papa Francisco pidió una oración por la salud del Papa Emérito Benedicto XVI lo cual ha dejó entrever que la salud de Benedicto XVI no era del todo buena.
Ante el fallecimiento del penúltimo líder de la Iglesia católica, cabe recordar la visita que Joseph Ratzinger realizó a México cuando fue líder de la Iglesia católica.
Fue en el año de 2012 cuando el Papa Benedicto XVI realizó su primer y única visita a México, la cual no tuvo el éxito esperado en gran medida por la falta de simpatía de los fieles católicos hacia el Ratzinger quien, a diferencia del Papa Juan Pablo II, no se mostraba tan carismático, cálido y cercano con las personas.
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Sin embargo, en aquel año la Iglesia católica apostó por que la visita del Papa Benedicto XVI fuera “evangelizadora” debido a que en ese entonces la religión pasaba por un momento complicado por la baja de creyentes católicos ante otras religiones, aunque aún se mantenía como la religión con mayoría de fieles del 83.9 por ciento de la población en el año 2000.
“Vengo como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad. Deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la Palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida. Así podrán compartirla con los demás, como misioneros entre sus hermanos, y ser fermento en la sociedad, contribuyendo a una convivencia respetuosa y pacífica, basada en la inigualable dignidad de toda persona humana, creada por Dios, y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar. Esta dignidad se expresa de manera eminente en el derecho fundamental a la libertad religiosa, en su genuino sentido y en su plena integridad”, expresó el Papa Benedicto XVI en su discurso en México.
El 23 de marzo de 2012, Joseph Ratzinger fue recibido en Guanajuato por miles de personas que tenían la esperanza de revivir aquellos momentos de emoción que emanaba el Papa Juan Pablo II. Durante el recorrido por las calles los fieles católicos mexicanos le mostraban su apoyo gritando: “Benedicto, hermano, ya eres mexicano”.
La visita que se realizó del 23 al 26 de marzo de 2012 y se llevó a cabo únicamente en Guanajuato, durante el primer día fue recibido por el entonces presidente de México Felipe Calderón Hinojosa y su esposa Margarita Zavala, además de las máximas autoridades de la Iglesia católica en México como Monseñor José Guadalupe Martín Rábago, Arzobispo de León, así como a Monseñor Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla, y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del Consejo Episcopal Latinoamericano.
Durante la visita se realizaron misas masivas en la Plaza de la Paz, donde miles de personas se congregaron durante los tres días que duró la visita, ante los cuales el Papa Benedicto XVI dedicó el siguiente mensaje:
"Me siento muy feliz de estar aquí, y doy gracias a Dios por haberme permitido realizar el deseo, guardado en mi corazón desde hace mucho tiempo, de poder confirmar en la fe al Pueblo de Dios de esta gran nación en su propia tierra. Es proverbial el fervor del pueblo mexicano con el Sucesor de Pedro, que lo tiene siempre muy presente en su oración. Lo digo en este lugar, considerado el centro geográfico de su territorio, al cual ya quiso venir desde su primer viaje mi venerado predecesor, el beato Juan Pablo II. Hoy me siento dichoso de hacerme eco de sus palabras, en suelo firme y entre ustedes: Agradezco —decía en su mensaje— el afecto al Papa y la fidelidad al Señor de los fieles del Bajío y de Guanajuato. Que Dios les acompañe siempre".
El 26 de marzo, Joseph Ratzinger marchó de México para continuar con su gira por Latinoamérica en Cuba.
AGA