Las cifras de mujeres desaparecidas han incrementado en los últimos tres años en los cinco municipios de Baja California, sobre todo en Tijuana, de acuerdo a datos de la Fiscalía General del Estado.
Los números refieren que en 2020 no localizaron a 338 mujeres mayores de edad. De Tijuana eran 202. De Mexicali eran 72, y 45 de Ensenada. Para 2021, pese a la pandemia y a las restricciones de movilidad, se emitieron 370 reportes de desaparecidas y apenas encontraron a 114. Y entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2022 han desaparecido 683 personas, de las cuales 122 son mujeres: de 93 no se sabe nada.
De acuerdo con las autoridades, la mayoría de las víctimas rondaban entre los 16 y 25 años, vivían en colonias de la periferia y se empleaban en trabajos precarios. Es decir, narrativas que a los gobiernos les sirven como una explicación o justificación para no investigar. “Poblaciones desechables”, las define la investigadora Leigh Payne, en su libro Las cuatro lógicas de la desaparición.
“La persona desaparecida pierde su voz, sus derechos. Por lo tanto, son desechables y no hay razón para provocar preocupación”.
Para los colectivos hay dos características en las desapariciones de mujeres: la impunidad y que las víctimas siempre conocen a su agresor.
Eddye Carrillo, del colectivo "Todos somos Erick Carrillo",ha dicho que, al buscar a sus desaparecidos, han encontrado información de que a las personas que desaparecen han estado en contacto con sus agresores, ya sea vía Facebook o WhatsApp.
“A mí me enviaron unos mensajes de que mi hija era acosada en su trabajo”, le dijo al semanario Zeta la señora Zury Rodríguez, madre de Stefaní, quien trabajaba en el restaurante Hector’s, entre la calle 8 y Constitución.
Stefaní tenía 16 años. La desaparecieron en noviembre del 2021. Desde entonces, Zury la está buscando. La denuncia que interpuso en la FGE sólo ha servido para engrosar el número de personas “desaparecidas no localizadas”.
“Desde que la desaparecieron, pasaron cinco días para que me asignaran a un agente”, se quejó. “Y cada vez que le llamo me dicen que está de vacaciones o que no hay nada nuevo”.
Según Carrillo, el móvil para desaparecer mujeres es el ataque sexual. Pero hay veces en que son otras las razones.
“Esa privación de la libertad también se da para obtener información sobre jefes y compañeros del trabajo, amigos o algún contacto”.
Tal es el caso, recuerda, de la joven Danna Sugey, a quien desaparecieron en marzo del 2021.Después de una gran búsqueda por parte de integrantes de los colectivos, la hallaron en diciembre de ese mismo año. Estaba sepultada en un basurero. El Fiscal Iván Carpio Sánchez mencionó que había sido secuestrada. Por ese homicidio hay una persona detenida y procesada. Quería obtener información de una persona a la que la víctima conocía.
Apenas hace dos fines de semana, la FGE activó dos fichas de mujeres que fueron reportadas como desaparecidas en Tijuana. Una de ellas, Joceline González, de 24 años, salió de la Clínica 7 del IMSS a donde había ido a hacer un trámite y no la han vuelto ver. La otra víctima es Elena Way, de 30 años. Vive al oeste de la ciudad, donde la desaparecieron.
mvls